Enfrenta críticas el Servicio Secreto

El Servicio Secreto de Estados Unidos enfrenta un duro escrutinio público e investigaciones mientras el intento de asesinato del ex Presidente Donald Trump empujó a la agencia con un pasado accidentado al centro de una tormenta política.

Desde el tiroteo del sábado en un mitin de campaña en Butler, Pensilvania, los aliados del magnate han criticado a la agencia por su protección al ex Mandatario republicano, quien busca un segundo mandato en la Casa Blanca.

Miembros del Congreso prometieron ayer audiencias y ex funcionarios encargados de hacer cumplir la ley cuestionaron por qué el techo desde donde el agresor, Thomas Matthew Crooks, disparó no estaba cubierto por el perímetro de seguridad del Servicio Secreto, a pesar de estar dentro del alcance de algunas armas.

Trump fue sacado del escenario y se le declaró fuera de cualquier riesgo, con sólo una herida de bala en la oreja derecha. Un espectador murió en el tiroteo y otros dos resultaron gravemente heridos. El tirador de 20 años fue abatido por el Servicio Secreto.

"El Congreso realizará una pesquisa completa de la tragedia para determinar dónde hubo fallas en la seguridad y cualquier otra cosa que el pueblo estadounidense necesita y merece saber", manifestó el presidente de la Cámara de Baja, Mike Johnson, republicano de Luisiana, a NBC.

James Comer, presidente del Comité de Supervisión de la Cámara, pidió a la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, que testifique en una audiencia el próximo lunes.

 "Hay muchas preguntas y los estadounidenses exigen respuestas", aseveró el republicano de Kentucky.

Las afirmaciones de algunos presentes en el mitin de que intentaron advertir a los agentes también están alimentando el escrutinio.

Mike Turner, quien preside el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo a CNN que está alarmado por las declaraciones de los testigos.

"El hecho de que personas sabían que había un hombre en este techo con un arma y estaban tratando de llamar la atención de la Policía mientras el Presidente Trump estaba en el podio es increíblemente motivo de preocupación y, creo, muy frustrante para todos", apuntó Turner, republicano de Ohio.

En esa línea, el escrutinio también está en qué tan bien se comunicaron las agencias policiales locales, estatales y federales antes del tiroteo y mientras se desarrollaba.

Según AP, un agente de la Policía local subió a la azotea y se encontró con Crooks, quien le apuntó con su fusil. El agente bajó rápidamente la escalera, y Crooks de inmediato disparó en dirección a Trump. Fue entonces que los francotiradores del Servicio Secreto lo abatieron.

El ataque fue calificado por el FBI como un posible acto de terrorismo interno y un intento de asesinato.

Funcionarios dijeron que no habían encontrado indicios de que el pistolero fuera parte de un complot mayor y que su máxima prioridad es determinar su motivo.