Besar es una muestra de afecto que ha sido parte de la humanidad desde tiempos inmemoriales, pero no es solo una expresión de amor y cercanía. Besar también implica una transferencia masiva de bacterias. Según un estudio publicado en la revista Microbiome, un beso de 10 segundos puede transferir hasta 80 millones de bacterias.
El microbioma humano, ese vasto ecosistema de microorganismos que habita en nuestro cuerpo, juega un papel crucial en nuestra salud. Este conjunto de bacterias, virus y hongos es esencial para funciones vitales como la digestión de alimentos, la síntesis de nutrientes y la prevención de enfermedades. Aunque la composición del microbioma está influenciada por factores como la genética, la dieta y la edad, también se ve afectada por las personas con las que interactuamos.
¿Qué consecuencias tiene besarse?
Dentro de este vasto ecosistema, la boca alberga más de 700 variedades de bacterias, convirtiéndose en una de las áreas más diversas y dinámicas del cuerpo humano. La microbiota oral no solo está determinada por nuestros hábitos y condiciones, sino también por aquellos con quienes compartimos besos íntimos.
Investigadores de Micropia y TNO en los Países Bajos llevaron a cabo un estudio en el que analizaron a 21 parejas. Estas parejas completaron cuestionarios sobre su comportamiento al besarse, incluyendo la frecuencia media de sus besos íntimos. Posteriormente, se tomaron muestras de sus microbiotas orales tanto en la lengua como en la saliva para analizar su composición.
Los resultados fueron impactantes. Se descubrió que las parejas que se besan al menos nueve veces al día tienden a compartir comunidades similares de bacterias orales. Este hallazgo sugiere que la frecuencia de los besos influye significativamente en la similitud de las microbiotas salivales entre parejas. En otras palabras, cuanto más besos se comparten, más parecida se vuelve la microbiota oral. Aunque eso no es necesariamente malo.
Los besos están llenos de bacterias
Para cuantificar la transferencia de bacterias durante un beso, los investigadores realizaron un experimento controlado. Un miembro de cada pareja consumió una bebida probiótica que contenía bacterias específicas como Lactobacillus y Bifidobacteria. Después de un beso íntimo, se observó que la cantidad de bacterias probióticas en la saliva del receptor se triplicaba. Este aumento permitió calcular que aproximadamente 80 millones de bacterias se transfieren durante un beso de 10 segundos.
Este estudio también resalta que otros factores, como el estilo de vida compartido y los hábitos dietéticos y de higiene, juegan un papel crucial en la selección de la microbiota oral. Especialmente en la microbiota de la lengua, que, aunque similar entre parejas, no parece verse afectada significativamente por la frecuencia de los besos.