Oscar Esquivel | 12/07/2024 | 14:31
Tanto va el cántaro al agua, que termina roto, así ocurre a veces cuando realizas actos peligrosos que los mediste y no pusiste remedio, cuando se podían enmendarse. Hiciste todo para mal lograr un objetivo, tanto sabias el diagnóstico, que preferiste seguir con el vicio y hoy yaces al borde de la tumba, solo están esperando los sepultureros para echarte tierra, total ya ganaste, la riqueza se hizo presente, el poder no se diga, los usaste a placer, decidías sobre los demás, brotaba en tu piel perfume de placer al sentirte temido, adorado, alabado, hoy ante la inminente muerte, te aferras a féretro tricolor, posiblemente te sirva de barca para cuando llegue el momento te salve a ti y a la pandilla que te acompaña. Estas serían palabras a las personas del PRI que navegan en la más profunda obscuridad política, muchos dirán, ¡así se formaron, ¡no! así nacieron, la gloria de antaño se fue, porque algunos hijos de la familia revolucionaria, un día llegaron de prepararse en tierras lejanas, y decidieron borrar de la memoria la social democracia, para convertirla en neoliberalismo.
Sobre el estrado, recargado, con visos de cansancio, en el conclave priista del domingo pasado, el coordinador de los diputados del tricolor, y secretario de facto, bueno todos saben quien manda en la secretaría de partidazo, Rubén Moreira dio un discurso que hacía llorar, entre otras líneas afirmaba devolverle al PRI su esencia social demócrata, reiteraba, sacaremos al neoliberalismo, como si fuera un grano de pus, y si, si lo fue, lo verteremos a la basura para dar paso nuevamente y recuperar la alianza con profesores, obreros, que ya tienen un pie en Morena, campesinos, pobres campesinos, tan llenos de tierra y que tanta falta nos hacen en los mítines, seguro pensó en su mente retorcida por el sentimiento de amor a Alejandro Moreno, el próximo e indiscutible líder, sexagenario del Revolucionario Institucional. Moreira culpa a los conservadores por la posturas e ideas económicas que implementó el partido para estar bien con los presidentes en turno, y que de esas ideas nuevas capitalistas rapaces, resultó el veneno que se filtró en lo más profundo del sistema priista, que lo tiene al borde de su último destino.
La adoración al diablo puede ser peligroso, pues el aferrado Moreira, reta como pandillero que es, a que los detractores del mesías Alito, a formar un ejército de militantes que lo enfrente y lo saque del paraíso.Creo si la elección se hace abierta, el magno Alito perdería, hasta su apodo.Por cierto ¿Qué significará Alito?,Alejandrito, de alas para volar, o alisar, como sus múltiples cirugías, no está a gusto con su persona por ello recomienda a su cirujano.
Dicen que es chocante, hasta pedante, recordarles a las personas en desgracia el clásico” te lo dije”, nunca como ahora muchos, hoy se representan como miles y miles de priistas, reafirmaron su desagrado con un ¡No! Ya no queremos esto del PRI. Como la gran familia que era, desde 1988 comenzaron a retirarse, unos aplaudieron su decisión, pero para otros fue lo mejor, estorbaban para sus planes, pasó el tiempo, se perdió la presidencia y se recuperó, siempre con el anhelo de salvar loque quedaba, no fue así, los tóxicos de la familia terminaron por ahuyentara todo priista que se atreviera a criticar la ideología impuesta por los traidores, sus cabezas fueron las más corruptas, el sello de “corruptos” fue el signo de Caín para todo priista por bien nacido que fuere. Hacia el interior, presidentes del PRI bajo la consigan peñista, era continuar con el desmantelamiento institucional, sus principios e ideologías, entregando la presidencia a Morena, que por cierto continua siendo el culpable de la debacle, aquí no hay más culpables, solo la vergüenza, el canibalismo, el egoísmo, el despropósito, la ambición, el hambre de poder, el desdén al militante, la sobras al activista de calle, la egolatría, la sumisión, el compadrazgo, el amiguismo, todo envuelto en un conjunto de adjetivos, que cuelgan sobre las actuales dirigencias.Ya no son los hombres ni las mujeres priistas, es el mismo lecho donde están cómodamente reposados sin saber que sus principios, son solo los gusanos que creen que salvarán al cadáver que ya es el PRI.
En el terruño.
Bueno que podemos decir, el PRI potosino, es un ente ya podrido, una dirigencia sin valor, que no emociona, ni causa alegrías, solo tristezas.
Un posicionamiento del que se auto denomina primer priista potosino Enrique Galindo, de no estar de acuerdo con la reelección de Alito Moreno, bien por él, pero se olvida que Moreno le dio la candidatura para su reelección, que por el PRI solo recibió migajas de votos. Galindo Ceballos, ya prepara diferentes planes, quedarse en el partido, con riesgo de no tener alianzas con el PAN, otro plan, con los millones y millones de pesos que tiene en el ayuntamiento, puede “comprar” a un partido y ese puede ser Movimiento Ciudadano, el plan Z afiliarse, al PAN de una vez por todas y salir del closet de una vez, por último, aliarse en comunión que confirmaría su alianza con el Gobernador Gallardo, para postularse a la candidatura por la gubernatura del estado.
Los priistas amigos ¿dejarán al PRI? ¿lo seguirán?, creo sí, Martin Juárez, Martha Orta, Maribel Lemoine, Gerardo Aldaco, el Pesina, por mencionar algunos.
Nos saludamos pronto
Oscar Esquivel