En el marco del 50 aniversario del Centro INAH Morelos, durante la segunda jornada del INAHfest, en el Museo Regional de los Pueblos de Morelos (Murepumo), Palacio de Cortés, se rindió homenaje a la memoria del fotógrafo morelense Adalberto Ríos Szalay (1943-2024), fallecido el pasado 28 de marzo.
El artista es considerado el documentalista más importante del patrimonio biocultural de México. Fue colaborador de instituciones culturales y científicas, como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los consejos nacionales para la Cultura y las Artes, y de Ciencia y Tecnología, y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.
Su obra fue declarada Memoria del Mundo-México, por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
La restauradora Frida Mateos González agradeció la amistad con el homenajeado y recordó que “Adalberto olía a madera, era perspicaz, travieso y audaz; dejó cajas repletas de la memoria de su andar”.
El director del Murepumo, Rodolfo Candelas Castañeda, relató que fue gracias a él que se convirtió en gestor cultural, y que el Centro INAH Morelos está vinculado a su memoria.
En su participación, el investigador Miguel Morayta Mendoza destacó la generosidad del artista morelense con relación a su trabajo fotográfico, del cual “siempre compartió su material sin cobrar un solo peso, una cualidad poco frecuente entre el gremio”.
Asimismo, lo recordó con una cita que, en su opinión, define su personalidad: “Mi esfuerzo es testimonial, no busco lo artístico, sino reflejar de la mejor manera aspectos que valen la pena retratar, mostrar y difundir sus valores”.
El fotógrafo e hijo del homenajeado, Ernesto Ríos Lanz, apuntó que el archivo fotográfico de su padre es tan extenso que es difícil conocer el número exacto de materiales que lo componen; sin embargo, realizará un trabajo de catalogación que permitirá preservar dicho material, el cual servirá como testimonio histórico y para investigaciones futuras.
“Es un orgullo recibir este legado de imágenes y textos que forman parte del patrimonio morelense. Mi padre ha dejado su huella y su herencia será parte del futuro, porque la fotografía es memoria colectiva”, expresó.
Como fotógrafo y antropólogo visual, Ríos Szalay construyó una amplia trayectoria en la que capturó la dignidad y la riqueza cultural de los pueblos purépechas, nahuas, rarámuris, seris, yaquis, mayas, tzotziles, tzeltales, zapotecas, huaves, mazahuas, kikapús y mixtecas, entre otros.
Su obra se distinguió por su compromiso con la divulgación y revalorización del patrimonio biocultural morelense y de México, la cual ha recorrido más de 50 países y forma parte de las colecciones de instituciones como el Centro INAH Morelos; la Universidad de Riverside, en California; la Casa Benito Juárez de La Habana, Cuba; el Centro de Arte Popular de las Islas Canarias, España; la Unión de Migrantes Michoacanos, en Chicago, y de los centros culturales de Sonora y el Estado de México.
Sus imágenes inspiraron muestras fotográficas, como México en el Patrimonio Mundial, presentada en los museos regionales de Tlaxcala y Querétaro, y en espacios como el campus San Luis Potosí del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
Escribió más de 45 libros, publicados en México y Europa, cuyo tema central fue el estudio y la divulgación de la arquitectura, el turismo y el patrimonio cultural material e inmaterial, a través de la fotografía.
El homenaje, organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del INAH, fue moderado por el director del Sistema Nacional de Fototecas, Juan Carlos Valdés Marín.