Kakeibo es una de esas palabras en japonés que no existen en el español u otros idiomas, pero es una que todo el mundo debería conocer, porque en realidad se refiere a un método del que todas las personas se pueden beneficiar.
Este término tiene que ver con la forma en la que manejamos el dinero, cómo lo cuidamos y cómo podemos sacarle provecho para que nos alcance para todo lo que necesitamos, y para reconocer esos momentos en los que es posible darnos ese gusto o ese lujo que queremos.
De acuerdo con Big Think, la asesora financiera y experta en Kakeibo, Harumi Maruyama, dijo a la BBC que este método es importante debido a que “el dinero no es ilimitado. Tiene límites. Depende totalmente de ti si lo guardas o lo pierdes”.
Todos deberíamos saber que ni la fortuna más grande puede durar para siempre si no se maneja correctamente (por eso hasta los más ricos del mundo desarrollan buenos hábitos alrededor del manejo de su dinero), si se hacen gastos descuidados o desordenados, y si no se tiene un presupuesto. Pero saber que el dinero no es ilimitado es solo el primer paso, el segundo es aprender a tomar mejores decisiones al respecto.
¿Cómo funciona el Kakeibo para el buen manejo del dinero?
Como explica Big Think, Kakeibo es una forma de hacer un presupuesto, donde no solo designas gastos, sino que también logras entender cuáles son las cosas más importantes, para que incluso puedas dejar espacio para gastos inesperados.
Digamos que es una manera de hacer un presupuesto (que también es un buen hábito para el éxito en la vida), pero de una forma mucho menos confusa y dejando espacios para esas cosas que, a pesar de que no son esenciales para vivir, son importantes para ti y pueden ayudarte a disfrutar más de la vida o a trabajar en tu propio bienestar, y a estar preparado para cosas como accidentes o gastos sorpresa que no tenías considerados.
Lo que hay que hacer es dividir en 4 categorías:
Elementos esenciales: que se refiere a cosas como alimentos, gasolina, artículos de cuidado personal o la renta.
No esenciales: se refiere a cosas que disfruta, pero que no son esenciales, como salir a cenar, ir al cine o a un concierto que estabas esperando.
Cultura: esto tiene que ver con cosas que alimentan tu mente, como ir a una nueva exposición en el museo, comprar libros o tomar alguna clase sobre un tema que te interese.
Inesperado: estas son las cosas que no siempre puedes prevenir, como tener que pagar un tratamiento médico, llevar el coche al taller o tener que reparar tu teléfono.
“Al agrupar sus gastos en estas cuatro categorías, simplificas tu presupuesto para poder ver el panorama general. De esta manera, podrás ser tan consciente de cómo gastas tu dinero como de en qué lo gastas”, dice Big Think.
Además, una recomendación importante del Kakeibo es que tengas un registro escrito de tus gastos (de preferencia, este registro debe ser a mano, aunque puede ser digital para que todo sea más fácil y accesible), ya que esto te ayuda a tener más claridad de los gastos que haces, pero también permite que retengas mejor la información, que la entiendas mejor y que puedas tener una forma de analizar y comparar tus gastos con el paso del tiempo, para que puedas hacer ajustes cuando sea necesario.
Finalmente, debes hacer un análisis de tus gastos a fin de mes, para saber cuánto gastas, cuánto lograste ahorrar y en qué es lo que la mayor cantidad de tu dinero se utiliza. Partiendo de este análisis, puedes hacer ajustes y descubrir si hay gastos que puedes recortar.