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Claves de la política fiscal 2018-2024

Alfonso Del Real López | 11/07/2024 | 09:36

El pasado 8 de julio, el Servicio de Administración Tributaria emitió un comunicado en el que señaló que “en el primer semestre de 2024, la recaudación tributaria alcanzó 2 billones 526 mil 306 millones de pesos, lo que representa un incremento de 251 mil 220 millones de pesos en comparación con el mismo periodo de 2023, es decir, un crecimiento real de 6.1 por ciento”; antes, el pasado 2 de julio en su conferencia de prensa matutino, el presidente Andrés Manuel López Obrador había destacado el trabajo de funcionarios hacendarios, señalando que “(…) En términos reales, es decir, descontando inflación, son 6.1 por ciento de incremento; si le agregamos, la inflación pasa de 10 por ciento, pero ya aquí es quitando inflación, 6.1. Esto va acorde con lo que presentamos en la Ley de Ingresos, para que vean que ya no están los tecnócratas manejando la economía, tecnócratas neoliberales. Pero miren la exactitud, esto fue lo que propusimos que íbamos a tener y esto es lo que tenemos, pero estamos exactos a lo que nos autorizó la Cámara de Diputados, lo pueden constatar. Entonces, son muy buenos nuestros economistas, nuestros técnicos de Hacienda”. Aquí debemos destacar la proyección de los ingresos que se hizo sin una perspectiva neoliberal y, por otro lado, el cumplimiento de la meta. Dicho de otra forma, tenemos una conjunción sólida de proyección y logro de la concepción de meta.

Aquí es de destacar tanto las cifras dadas a conocer por la entidad tributaria, como la apreciación del ejecutivo federal en relación con el equipo de trabajo alrededor de la política fiscal. El mismo comunicado del SAT destacó que “Estos resultados son gracias a la implementación del Plan Maestro de Fiscalización y Recaudación, que ha permitido piso parejo en el cobro de impuestos sin la necesidad de crear nuevos o aumentar los existentes, así como al compromiso y el trabajo honesto de las personas servidoras públicas del SAT”; pero antes, ya el presidente había señalado que “está bastante estable la economía del país y vamos bien. Por ejemplo, (…) el informe del SAT sobre ingresos, porque es el corte del semestre. Hicieron el corte ayer [1 de julio], y van a ver cómo está la recaudación. Y agradecerles a todos los contribuyentes porque nos ayudan mucho. Si no tuviésemos una buena recaudación de contribuciones —no quiero llamarle impuesto, sino contribución— tendríamos problema; pero no, está bien la economía”. Aquí podemos interpretar que la dependencia dice “instrumentamos un plan y logramos esto” y el ejecutivo federal dice “estas personas son las responsables de la logro, por medio de su ejecución”. Y sí, es eso: plan más ejecución por el servidor público.

Si Usted tiene oportunidad de revisar tanto el comunicado del SAT como la versión estenográfica de la conferencia matutina del presidente López Obrador del pasado 1 de julio, seguro podrá leer en su totalidad y con detenimiento lo vertido, para entender algunas claves de la política fiscal en el sexenio del presidente López Obrador desde la perspectiva de un servidor.

Primero, debe destacarse el enfoque que le da al llamado pago de impuesto en una traducción de contribuciones. El presidente señala -y agradece- el comportamiento -general- de los contribuyentes. Me parece importante este punto porque se antepone una perspectiva humanista de la vida impositiva, donde se le da el valor de contribuyente a las personas, en lugar de “sujeto de impuestos”.

En segundo lugar, puede destacarse la guía que fue la determinación de no generar nuevos impuestos o de aumentar las tasas de los ya existentes, y apegarse a una posibilidad -real- de recaudar sin modificar el esquema general (sin una reforma fiscal, pues) y evitar perder el tiempo en construir nuevas modalidades impositivas en lugar de apretar tuercas en la maquinaria ya existente; esto último fue lo que en realidad sucedió, y eso me lleva al tercer punto: instrumentar un plan global en el que se conjuntaran muchos esfuerzos en torno a la recaudación específica.

El Plan Maestro de Fiscalización y Recaudación ha dado la pauta para eficientar la actividad recaudatoria en el esquema normativo actual. Ha tenido directrices que han llevado a la entidad tributaria a revolucionar sus diferentes áreas y llevar a su máxima expresión -por el momento- las formas actuales de trabajo. Eso significa que, del plan, han derivado distintas acciones en el marco de estrategias para cumplir con la proyección estipulada en la Ley de Ingresos de la Federación para 2024, lo cual se ha venido cumpliendo.

Y, en cuarto lugar, creo que la profesionalización constante y equipos de trabajo en la función fiscal, comprometidos e institucionales, han abonado a que los trabajos cumplan con la expectativa social, económica y hasta política de la responsabilidad tributaria, y ese “piso parejo” del que se habló en el comunicado del SAT se haga espacio como una realidad permanente.

El beneficiario, al final, es el pueblo. Sí, en esos términos, porque cumplir con la meta recaudatoria se sumará a la meta general de la ley de ingresos que son los recursos que se convierten en el gasto público en beneficio de la gente. Pero aún hay más claves. Ya las iremos comentando.

*Doctor en Ciencias Políticas y Sociales con orientación en Administración Pública, UNAM.
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