Retrasa tortuguismo reapertura a ganado

Nuevo León lleva apenas un avance del 30 por ciento del requisito de "barrido" o proceso de identificación y areteo de ganado, así como de pruebas de Tuberculosis Bovina (TB) y Brucelosis (BR) que le impuso el Gobierno de Estados Unidos (EU) para permitirle volver a enviar reses a su país.

Ganaderos de la Entidad señalaron que la falta de médicos veterinarios en las Secretarías agropecuarias del Estado y federal, la incomunicación que enfrentan en caminos rurales a causa del la tormenta "Alberto" y la inseguridad en el campo están desvaneciendo la posibilidad de que reanuden sus envíos a partir del próximo ciclo de exportación que inicia el 1 de septiembre y concluye el 31 de agosto del 2025.

Añadieron que, para colmo, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica, de orden federal) extravió los expedientes de las pruebas de sanidad que fueron realizadas a los hatos del Estado en los últimos cinco años, los cuales permitirían elevar a un 50 por ciento el avance del requisito.

Hace un año, el Servicio de Inspección Zoosanitaria y Vegetal de Estados Unidos (Aphis, por sus siglas en inglés) notificó al Estado que a partir del 1 de diciembre del 2023 perdería el estatus zoosanitario de TB para exportar reses.

La razón no fue porque en los hatos de Nuevo León hubiera esa enfermedad, sino por el descontrol de los Gobiernos estatal y federal en los registros de identificación y en la movilización de reses, así como la complicidad de algunos ganaderos que hacían trampa, con reses del sur del País para exportar.

Para recuperar el visto bueno estadounidense, Nuevo León debe hacer un "barrido" de identificación y pruebas de cuando menos el 80 por ciento del hato, el cual asciende a unas 600 mil cabezas.

Marco González, Secretario de Desarrollo Regional y Agropecuario del Estado, comentó en septiembre del 2023 que, con las medidas que comenzaron a aplicar desde julio pasado, trabajarían para que Nuevo León volviera a exportar en un año y no esperar hasta 5 años que en principio dio de plazo el Aphis.

"Tenemos la tarea de reforzar aún más (las medidas) para que en menos de 7 meses lo rescatemos (el estatus zoosanitario)", dijo entonces.

Adrián de la Garza Tijerina, presidente de la Unión Ganadera Regional de Nuevo León, refirió que del total del hato en praderas y agostaderos (no en engordas) sólo el 30 por ciento cuenta ya con el arete del Sistema Nacional de Identificación Individual de Ganado (SINIIGA) y con las pruebas zoosanitarias.

Otros ganaderos indicaron que la falta de médicos veterinarios en las oficinas agropecuarias del Estado y federal están impidiendo acelerar las pruebas de TB y BR.

"A como van las cosas, va a llevar dos o tres años cumplir con el requisito que pidió Estados Unidos para volver a exportar", dijo uno de ellos.