Dos profesionales en asuntos de pareja analizan cuán posible es justificar una infidelidad, bien sea emocional o sexual, basándose en claves como el consentimiento, el acuerdo mutuo y las distintas percepciones de las personas
Con el aporte de expertos en asuntos de pareja, anteriormente te hemos contado las RAZONES por las que un hombre o una mujer decide cometer una infidelidad, o cae en ella, como la insatisfacción sexual y las desatenciones cotidianas, por ejemplo. Sin embargo, ninguno de esos motivos JUSTIFICA un engaño.
Ahora, la gran pregunta es: ¿Puede justificarse una infidelidad en pleno 2024? Una interrogante que cobra vida, sobre todo por las nuevas relaciones no monógamas a las que muchas parejas se están entregando, por ejemplo, las llamadas relaciones poliamorosas o los “amigos con derechos”.
Te sorprenderá saber que una investigación realizada por USA Network, y publicada en Time, arrojó que el 54% de un grupo de personas encuestadas dijeron creer que una infidelidad podría estar justificada.
También aclararon que, si bien no quieren ser engañados, sienten que hay circunstancias que podrían excusar un comportamiento infiel. Pero los expertos recalcan que un motivo no es lo mismo que una justificación.
Otro estudio ya había demostrado que, según la percepción del 28% de las personas encuestadas, sus relaciones de pareja “mejoraron” después de la infidelidad.
Esto dicen los expertos en pleno 2024 sobre justificar una infidelidad
La coach Suzannah Weiss, sexóloga y educadora sexual certificada, enfatiza que ser infiel implica “romper un acuerdo” dentro de tu relación. Sin embargo, entiende y aconseja que cada pareja “tiene que definir para sí misma qué es una infidelidad”.
A su criterio, cada miembro de la relación tiene su propio lente para leer y analizar qué significa una “trampa”. Por ejemplo, hay quienes afirman que besarte con otra persona ya representa un acto infiel, mientras que otros consideran que la infidelidad comienza en la penetración o coito vaginal.
De hecho, “comprenden” que los besos, tomarse de las manos y hasta el sexo oral, son escenarios más grises, que no entran en el verdadero núcleo de una traición. Sin embargo, el “comprenden” va entrecomillado, porque basta saber cómo lo toma cada uno cuando realmente sucede.
Y respecto a la infidelidad emocional, Suzannah Weiss analiza: “Enviar mensajes de texto, llamar o salir con alguien de forma romántica con frecuencia también podría considerarse infidelidad, sobre todo si tu pareja se siente violada o incómoda”.
La clave podría estar en el consentimiento
Otro punto que explica Weiss, y que podría ser clave en la justificación de una infidelidad, es el consentimiento de la pareja, precisamente lo que marca la diferencia en las relaciones abiertas o ahora llamadas poliamorosas.
Pero… “si tu pareja dio su consentimiento para tener una relación monógama, tener a otras personas es un tipo de violación de ese consentimiento, lo que afecta la seguridad emocional y hasta física del engañado”, porque le expones al riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual.
Por su parte, el coach Brandon Simpson, terapeuta asociado en adicción al sexo en Novus Mindful Life, lo tiene muy claro: “Según mi experiencia con pacientes, no se puede justificar el engaño”.
Pero no lo dice la boca para afuera, sino también por una postura profesional y personal. “Cuando justificamos una acción, intentamos minimizar el impacto que tiene en otra persona o cambiar su percepción, lo cual es un engaño”, sentenció.