A pesar de ser el máximo escalón del automovilismo deportivo en el mundo y correr en autos que no se parecen en nada a los que utilizamos en la vida cotidiana, la Fórmula 1 siempre ha tenido un objetivo claro, ser útil a la industria automotriz, no sólo desde el lado del marketing, sino como uno de los mejores laboratorios de pruebas del mundo.
Es por ello que con el paso de los años las regulaciones de los motores van cambiando, buscando adaptarse a las nuevas tendencias y viendo a futuro, que en este caso ya no es sólo la hibridación, sino también el uso de combustibles sintéticos a partir de la temporada 2026.
Los combustibles sintéticos están hoy dando sus primeros pasos, pero parecen ser la salvación que tanto se buscaba para los motores de combustión interna, pues generan un ciclo de producción que neutraliza el carbono generado.
Es por ello que la Fórmula 1 los adoptará en 2026 y también es por ello que Ford y Audi se unirán a Ferrari, Mercedes-Benz, Renault y Honda, como fabricantes de Unidades de Poder.
Una de las reglas importantes para los proveedores de combustible es que el carbono utilizado para el carburante tiene que ser reciclado, es decir, tomado de basureros o bien, de la misma atmósfera, porque la idea de esto es no generar más carbono a la atmósfera.
La Máxima Categoría afirma que su actual tren motriz es el propulsor híbrido más eficiente del mundo.
Las novedades para 2026
Antes que nada, la configuración del motor de combustión interna se mantiene igual, presentando un bloque V6 1.6 litros turbocargado, mismo que perderá potencia, de 700 hp a 500 hp, para que el tren eléctrico gane poder y un poco más de protagonismo.
Como se había anticipado desaparece el motor eléctrico que mantenía las aspas del turbocargador girando cuando las revoluciones del motor bajaban y con ello los gases del escape, que son los que realmente impulsan estas aspas. Este movimiento se hace para reducir la complejidad y el costo de las unidades de poder.
El sistema eléctrico (ERS) pasará de 120 KW actuales (160 hp) a 350 KW (470 hp), con lo que se le da un mayor protagonismo al motor eléctrico, como pasa hoy en día con los vehículos híbridos de calle, que anteponen la movilidad eléctrica.
Un auto más ligero, con un mayor poder del motor eléctrico nos promete aceleraciones más rápidas y mucho torque inmediato, lo que se traducirá en pelas más cerradas por cada posición.