El Escudo Nacional Mexicano ha sido objeto de numerosos estudios, en los cuales se relata el mito fundacional de la ciudad de Mexico-Tenochtitlan, cuya escena inspiró el emblema patrio, rediseñado en 1968, por el ilustrador Francisco Eppens Helguera.
El relato describe a un águila parada sobre un nopal, devorando a una serpiente, tal como lo anunciara a los mexicas su dios Huitzilopochtli, como señal de que habían encontrado el lugar indicado para instaurar su imperio; sin embargo, ningún documento prehispánico ni colonial alude a dicha imagen con exactitud, refirió el historiador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), Guillermo Correa Lonche.
Con la inquietud de conocer el origen prehispánico de la insignia, el investigador realizó un exhaustivo estudio de diversas fuentes históricas, el cual se condensa en el libro de su autoría, El águila y la serpiente. El problema del origen prehispánico del Escudo Nacional Mexicano, presentado en la III Feria Internacional del Libro en Coyoacán (Filco).
La fundadora de la Sociedad Mexicana de Historiografía Lingüística, Ascensión Hernández Triviño, acompañó al autor y comentó que uno de los pilares de la publicación es la iconografía, de la cual, el autor realiza una clasificación en cinco categorías: códices prehispánicos rescatados en las crónicas de los frailes; la obra de los conquistadores; la historiografía indígena y mestiza; los documentos de cronistas extranjeros, pero que no eran españoles; y la tradición de la Crónica X, relatos indígenas sobre las guerras postconquista.
El libro contiene más de 100 ilustraciones provenientes de los códices y crónicas analizados, apuntó Correa Lonche, tras agradecer al INAH el apoyo para conseguir las imágenes de documentos históricos que se hallan en el extranjero, así como al ilustrador Aban Flores Morán, por los dibujos que “embellecieron estas páginas”.
Uno de los aportes de la novedad editorial, pormenorizó, es el papel que jugó el cartógrafo e impresor alemán Henrico Martínez para plasmar el simbolismo del águila devorando a la serpiente en su libro Reportorio de los tiempos y historia natural de esta Nueva España (1606), en cuya portada aparecen los elementos que van a integrar los dos símbolos más importantes de nuestra tradición mexicana: el Escudo Nacional Mexicano y la Virgen de Guadalupe.
Editado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el nuevo libro está dividido en tres partes; la primera, y la más extensa, se enfoca en el estudio iconográfico de las fuentes históricas prehispánicas y coloniales, en las que aparece el símbolo fundacional de Tenochtitlan, con diferentes variables.
El segundo apartado versa sobre la instauración oficial del emblema y su evolución hasta nuestros días; finalmente, la tercera parte analiza el uso del símbolo del águila y la serpiente en otras culturas del mundo.
Cabe resaltar que el prólogo, realizado por el investigador Miguel León-Portilla (1926-2019), “es un texto crítico que me ayudó a complementar y redondear toda la información que quería transmitir con esta investigación”, finalizó Correa Lonche.