Viernes 22 de Noviembre de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Adiós Muchachos Compañeros De Partido

Leopoldo Pacheco | 20/06/2024 | 06:57

En todo el país, y San Luis Potosí no es la excepción, se puede observar la repartición de culpas entre aquellos que nunca alcanzaron la redención en estas elecciones. La parte triste que acompaña la derrota, que se veía desde hace mucho como una pesadumbre obligada por el resultado de la contienda, es el adiós.

En el Partido Revolucionario Institucional, uno de los jóvenes más prometedores dentro del tricolor ha puesto en evidencia los problemas internos de su partido. A nivel nacional, dice, el partido está secuestrado por una camarilla que responde a sus propios intereses y que incluso se beneficia de los resultados adversos.

La salida del legislador Edmundo Torres Cano no se debe tomar como un resultado menor a lo que ha venido sufriendo este instituto político durante los últimos años. Esto se puede considerar un verdadero desencuentro con la militancia y sus dirigentes, ya que nada de lo que se ha planteado ha devuelto terreno político al partido. Al contrario, lo desdibuja más en el escenario político del país. Esa institucionalidad tan característica de los priistas cada vez se asemeja más a un recuerdo de lo que era: limpiarse las lágrimas y alinearse.

Sin embargo sería también muy ingenuo pensar que un partido como el PRI, se dé por muerto. Si algo caracteriza a este instituto político es la capacidad de resiliencia, no obstante, amigo lector, yo sí podría suponer la necesidad de reinventarse pero en serio. Las viejas glorias y los liderazgos rancios ya no jalan a nadie.

Por otra parte, para un partido como el que fundó Don Oscar Vera Fabregat, parece que el Tango llegó a su última estrofa, pero no se crea. Un hombre con la ambición del legislador no se va quedar nomás con que ya se acabó el registro. Lo más seguro y aunque sea con historias fantásticas como las que luego acostumbraba regresar con nuevos bríos y seguramente con otra propuesta política donde finalmente el color sea lo de menos.

Y de a tiro del perredismo sólo se tejen recuerdos. La puñalada mortal que le clavó el aún presidente de la República al tiempo que se fue, también significó su némesis.

Ese cimiento que representaba lo que se conocía como la verdadera izquierda y que en hombros cargó al entonces famoso Peje…

Como dicen por ahí: uno nunca sabe para quién trabaja.

HASTA LA PRÓXIMA.