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Agencia Reforma | 13/06/2024 | 10:50
La Unión Europea (UE) impondrá aranceles adicionales a los vehículos eléctricos (VEs) enviados desde China a partir de julio, elevando los gravámenes desde el 10 por ciento actual hasta a un 48 por ciento, en una medida que intensifica las tensiones comerciales y aumenta el costo de comprar un vehículo eléctrico en el Viejo Continente.
El bloque notificó formalmente a las automotrices, incluidas BYD, Geely y SAIC, sobre los cargos para las unidades de batería luego de una investigación sobre subsidios que inició el año pasado.
Los fabricantes de VEs de China han estado incursionando de manera más agresiva en Europa en medio de una guerra de precios interna y años de construcción de liderazgo en la tecnología.
Para las empresas que cooperaron con la investigación, el arancel subirá de 10 a 31 por ciento.
The Wall Street Journal (WSJ) refirió que China fue el origen de casi uno de cada cinco vehículos totalmente eléctricos vendidos en la UE el año pasado.
La decisión de gravar más a esos vehículos es controvertida, no sólo en China, sino por las mayores automotrices de Europa, que están preocupadas por represalias en el país asiático, un mercado vasto y altamente rentable del que se han vuelto dependientes.
Entre los oponentes a los aranceles en Europa está VW, pese a que se enfrenta a una competencia cada vez mayor por parte de la nueva generación de fabricantes chinos de VEs que están desafiando el dominio de las automotrices occidentales en China y el extranjero.
Una mirada al extenso complejo de VEs de VW en Hefei, la respuesta china a Silicon Valley, explica en cierta medida la posición de la empresa. Ahí, más de mil robots ensamblan un SUV deportivo totalmente eléctrico que VW está fabricando para exportarlo a Europa.
La planta es una de las más eficientes de la compañía en el mundo, según funcionarios de VW, quienes dicen que ha ayudado a la empresa a reducir drásticamente el tiempo necesario para fabricar un auto, desde el diseño hasta la producción en masa, una hazaña que VW describe como "Velocidad china".
Como muestra la fábrica, VW se ha entrelazado profundamente con China, no sólo como fuente del 33 por ciento de las ventas de la empresa, sino también como base de producción para las exportaciones.
En una declaración del miércoles, VW criticó los aranceles de la UE, acusando a la Comisión de promover el "proteccionismo, el nacionalismo y el aislacionismo", y correr el riesgo de una escalada del conflicto comercial.
La reacción fue compartida por la organización de lobby automovilístico alemana y por CLEPA, que agrupa a nivel europeo al sector, que sostuvo que "en lugar de depender de medidas proteccionistas que podrían obstaculizar el acceso de las empresas europeas a mercados cruciales, los responsables políticos de la UE deberían centrarse en hacer que la UE sea más competitiva".
En un editorial, el Consejo del WSJ señaló que la decisión europea es un ejemplo clásico de cómo un error político engendra otro y luego otro.
"Los mandatos sobre VEs obligan a los consumidores a comprar automóviles que las costosas políticas climáticas europeas obligan a los fabricantes a hacer en China.
"Luego, Europa impone aranceles a esas importaciones de VEs, elevando los precios de éstos que obliga a las empresas a fabricar y a los consumidores a comprar. Ésta es la definición del masoquismo económico", anotó el diario.
