“Yo estoy solo, estoy pasando la revista, no tengo miedo, estoy tranquilo”, así inició su relato un guarda de seguridad que en medio de su ronda habitual por las instalaciones de un centro educativo que vigila, ubicado en el corregimiento de San Antonio del Prado, en Medellín (Antioquia), reveló un detalle perturbador que él presentó sin ningún miedo ni reparo.
En el video, que el mismo vigilante grabó con su celular, quedó captado el instante en que enfoca una de las aulas del plantel educativo, la cual está encerrada a oscuras, pero en ese momento el hombre comentó “esto es lo que pasa en el salón de esta institución”. Seguido a esto, se comenzaron a escuchar voces de varios niños, pero en el lugar no se veía una sola persona.
“Muchas personas hablando adentro, y está totalmente solo cerrado con llave”, indicó el trabajador, quien con una calma digna de admirar no sucumbió ante los ruidos perturbadores que provenían del salón, en el que también se escuchan, según lo que el hombre indicó, en la biblioteca.
“Muchas personas hablando, ¿si escuchan? como alumnos”, aseguró el guarda de seguridad con total tranquilidad mientras explicaba que, por cuenta de la cantidad de voces que se oyen, no sería uno o dos niños, sino varios, lo cual ha hecho que el video se viralice en redes sociales, donde los internautas han destacado la gallardía por parte del hombre para documentar el fenómeno paranormal para algunos.
El caso, que se difundió a través de redes sociales la noche del 3 de junio, ha generado todo tipo de reacciones, desde voces de apoyo al hombre, quien en un momento alcanza a indicar que el ruido que provienen del aula, además de los gritos, también incluye el movimiento de sillas o pupitres.
“¡Aló aló!” grita el vigilante, sin recibir respuesta y solo continúan escuchándose de fondo los gritos de los infantes. “Me le quito el sombrero al celador, en mi caso yo ya hubiese llegado a china del pique tan hijue... que cojo en ese momento”, indicó uno de los usuarios en redes sociales, mientras que algunos otro apuntaron a que todo se debería a un fenómeno físico, sin embargo nadie logra dar con exactitud una respuesta a los sonidos que se emiten desde el interior del salón de clases.