En las elecciones de este domingo, el País definirá si el Congreso logra mantenerse como un contrapeso del Ejecutivo federal, hay mayor pluralidad y sigue la ruta democrática.
Con el voto de los mexicanos se definirá si Morena mantiene su calidad de fuerza mayoritaria, que le ha permitido imponer reformas secundarias, o hay una mayor participación de todos los partidos políticos que obligue a la negociación de reformas y nombramientos.
En el Senado, están en juego 128 escaños y en la Cámara de Diputados 500 curules.
Actualmente, en ambas Cámaras, Morena tiene mayoría absoluta, es decir, 50 por ciento por ciento más uno.
Sin embargo, no cuenta con la mayoría calificada, dos tercios de cada Cámara, para poder impulsar reformas constitucionales y aprobar diversos nombramientos de ministros, magistrados, auditor superior y titulares de órganos autónomos como el INE, INAI, CNDH y el IFT, entre otros.
Agustín Basave, académico y politólogo, consideró que en la elección del Congreso está en juego la transición democrática del País.
"Está en juego la reanudación de la transición democrática, que está trunca, de hecho se le ha dado marcha atrás en este sexenio. Por eso digo que en la elección del Congreso está en juego la reanudación de la transición democrática o su anulación", dijo en entrevista.
Basave mencionó que hay quienes dicen que, luego de este sexenio, habría que empezar de cero con la transición democrática, pero en su opinión existen aún órganos ciudadanos independientes y autónomos.
"Mientras el INE exista como está diseñado, hay esperanzas", sostuvo.
Hasta ahora, las fuerzas de oposición, PAN, PRI, MC y PRD han evitado reformas constitucionales en el último trienio propuestas por el Ejecutivo federal, como fueron las iniciativas en materia eléctrica, electoral y sobre la Guardia Nacional.
Sin embargo, Morena también ha detenido cerca de 100 nombramientos en el Senado, como es la elección de comisionados del INAI y magistrados electorales.
Para Morena es prioridad retener la mayoría absoluta en ambas Cámaras y alcanzar los espacios suficientes para tener mayoría calificada, a fin de aplicar el llamado "Plan C" que ha impulsado el Presidente Andrés Manuel López Obrador y retomó Claudia Sheinbaum en la campaña presidencial.
Las reformas al Poder Judicial y al sistema electoral son parte de las propuestas de la llamada 4T, para que sean electos por voto popular los ministros, consejeros electorales y magistrados electorales, lo que ha sido rechazado por diversos sectores y visto como un factor de supuesto debilitamiento de las instituciones del País.
En la reforma electoral que ha promovido el Presidente, desaparecen los legisladores plurinominales, el financiamiento público ordinario a los partidos y se cambiaría el INE por el Instituto Nacional Electoral y de Consultas, con menores atribuciones para la autoridad electoral.
"Si se diera el golpe que se quiere dar con la reforma constitucional, que el INE cambie como plantea la iniciativa presidencial y los consejeros sean electos por voto popular o acabar con los plurinominales, esto traería sobrerrepresentación y marginación de minorías", aseguró Basave.
"Si Morena y sus satélites alcanzaran la mayoría calificada, y pasaran las iniciativas constitucionales, entonces sí es un golpe a la democracia, al INE y a la transición democrática".
Expuso que si Morena no tiene mayoría calificada y las otras fuerzas de oposición tienen suficiente presencia para detener contrarreformas, "lo que hay que hacer es reanudar la transición democrática".
Opinó que no se puede adelantar quién ganará la Presidencia. En caso de que sea Claudia Sheinbaum, consideró que ni a ella le convendría que Morena tuviera mayoría calificada, porque tendrá poco margen de maniobra para proponer sus propias iniciativas y seguiría la inercia de las propuestas de López Obrador.
"Es público que dice que está de acuerdo con el Presidente, pero en privado dice otra cosa. Si ella quisiera tener margen de maniobra, no le conviene mayoría calificada, porque impondría el Presidente López Obrador todo. No sé si ella quiera eso", agregó.
En lo que fue la 64 y la 65 Legislaturas, la mayoría de Morena, PVEM y PT impusieron reformas a leyes secundarias y rechazaron a negociar el Presupuesto de Egresos, que pasaron sin mover "ni una coma".
Sobre esta forma de proceder de Morena, Basave advirtió que si Sheinbaum quiere hacer algo por sí misma, de tener su proyecto y plan de gobierno, más vale que que lo haga por ella y tenga negociaciones en el Congreso.
De lo contrario, explicó, seguirá la inercia del sexenio de López Obrador.
"Él lo que quiere es un caudillismo transexenal y un neo maximato, sin muchos aspavientos ya dejó claro la ruta critica que quiere que se siga", aseveró.
Dijo que un escenario probable es que Morena y aliados no logren la mayoría calificada y, en el mejor de los casos, pero el peor para los demás, es que logren retener la mayoría absoluta.
Por el contrario, si gana la aspirante presidencial opositora Xóchitl Gálvez, Basave consideró que habría mayor apertura de la Presidencia con el Congreso.
"Si el triunfo es para Xóchitl Gálvez habría diálogo y negociación en el Congreso, es un hecho, porque ella es así, cree en el diálogo y la negociación, pero las circunstancias la obligarían también a eso.
"Ya fueron 6 años de imposición y de hacer de México un país de un solo hombre", consideró Basave.
Remarcó que López Obrador no quiere que haya una Presidenta que retome el poder absoluto, sino que quiere seguir teniendo el poder a distancia y se siga la ruta de él.
Basave agregó que también pueda darse el escenario de un "Gobierno dividido", donde la Presidenta que sea electa no logre mayorías en el Congreso.
"Es posible ese escenario, desde luego, en cualquiera de los dos casos, podría ser Xóchitl o Claudia tengan un Congreso opositor, nada está escrito y dependerá de la afluencia en las urnas, del porcentaje de votantes", puntualizó.