Sábado 7 de Septiembre de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

¡A votar! Referéndum, plebiscito o consulta: usted decide, ¡pero vote!

Alfonso Del Real López | 29/05/2024 | 20:26

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador comentó en su conferencia matutina del pasado lunes 27 de mayo que la elección era muy importante, porque a su consideración era no solamente una elección, sino “un referéndum, un plebiscito, una consulta”.

La declaración me parece algo extraordinariamente importante porque refleja que el jefe del ejecutivo federal tiene una posición muy clara respecto de lo que pueden ser las preferencias electorales en relación con su mandato (¿alguien podría tener duda de ello?):  o se apoya o se rechaza. Coincido con la apreciación porque, a final de cuentas lo que está en juego es la determinación mediante el voto, si hay una mayoría que apoya o rechaza.

Pero mire usted, permítame ir al fondo de las palabras que usó el presidente y que, desde mi perspectiva, deben estar permanentemente en el léxico cívico de los mexicanos: ¿qué se entiende por Referéndum? Según la Secretaría de Gobernación, “Es el mecanismo de votación y consulta ciudadana que se verifica regularmente y que es objeto de disciplina constitucional en torno a la aprobación o rechazo referente a la creación, modificación, derogación o abrogación de leyes. La figura permite que el elector comparta de manera complementaria la facultad legislativa del Congreso para dar mayor legitimidad a las prácticas legislativas. Se considera el principal instrumento de democracia directa ya que la ciudadanía participa en el proceso decisional en el ámbito legislativo”.Atendiendo esto, entonces podríamos considerar que el próximo domingo estaríamos refrendando nuestra confianza -o no- en la aprobación de determinadas normas que hubo en este periodo gubernamental federal, con miras a que se siga en ese sendero -o no-, lo que depende de la mayoría.

Ahora bien, por consulta [popular] entendemos el “Mecanismo de participación ciudadana que sirve para ejercer el derecho constitucional para votar en torno a temas de trascendencia nacional de manera que su voluntad, vinculante conforme dicte la ley, pueda incidir en el debate y las decisiones que adoptan los órganos representativos del Estado”. Atendiendo esto, entonces podríamos considerar que el próximo domingo estaríamos siendo consultados en torno a apoyar -o no- decisiones trascendentales de la vida nacional como, por ejemplo, el destino de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la política federal de seguridad pública y combate al crimen, o el manejo de las instituciones de salud, entre muchísimos otros temas, con miras a que se siga en ese sendero -o no-, lo que depende de la mayoría.

Finalmente, por plebiscito se entiende el “mecanismo de participación ciudadana propio de los regímenes democráticos […] y que funge como instrumento de consulta directa a los votantes sobre algún asunto de excepcional importancia en la vida colectiva que, por comprometer el destino nacional, requiera el expreso consentimiento de los ciudadanos. Es también “una votación general para conocer la opinión directa de la ciudadanía””. Atendiendo esto, entonces podríamos considerar que el próximo domingo estaríamos siendo plebiscitados para emitir nuestro voto en favor -o en contra- de asuntos de excepcional importancia, como una mayoría absoluta en el congreso, o mejor un congreso dividido, o bien, un federalismo más centralizado -o menos, valga la expresión-, o inserte aquí usted el tema que mayor le preocupe -tener empleo, buena salud, buena educación para sus hijos, sentirse seguro, que acabe a violencia, etcétera- entre muchísimos otros temas, con miras a que se siga en ese sendero -o no-, lo que depende de la mayoría.

Así que ya sabe: es tiempo de votar. No deje que la apatía le gane. No se enajene de los problemas públicos. Lo público nos compete a todos.

*Doctor en Ciencias Políticas y Sociales con orientación en Administración Pública, UNAM.
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