La fiesta de la democracia

Pues finalmente, llegó la hora… después de 6 o 3 años de campaña (dependiendo el puesto), las elecciones ya se van a concretar. Los politólogos optimistas no se cansan de usar la frase “La Fiesta de la Democracia” para referirse sobre todo a los procesos electorales, aunque sería conveniente ver que tipo de fiesta le toca a cada quien.

Primero, podríamos ver la fiesta que armó MORENA: hagamos de cuenta que es el papá que fue preparando los quince años de su hija, pero con absoluta previsión, casi casi desde que a AMLO le pusieron la banda presidencial y en ese momento, él ya veía a su nenita Claudia con vestido ampón (sin h, no se malinterprete), claro color guinda, rodeada de chambelanes (en este caso son 4, Marcelo Ebrard, Adán Augusto, Manuel Velasco y Martínez Noroña; sobra decir que los bailes no serán muy movidos, para evitar el riesgo de algún infarto o tema similar). Toda la fiesta estará en tema guinda, con dos o tres adornitos verdes y algún arreglito en rojo y amarillo. Desde un inicio, la idea de la fiesta era que todos, absolutamente todos, asistieran (algo así como la Rubí hace algunos años). Tíos, sobrinos, compadres ahijados, a todos se les invitó, con la idea de llenar las 500 sillas pa’ la raza y 128 para los invitados especiales. El viejito cabeza de algodón no quiere y no prevé desaires, así que a los ‘party planners’ les advirtió que más vale que no falte nadie de ningún estado (es que la familia ha crecido).

Pero aquí en los SLP’s, los que piensan asistir a la fiesta, en su mayoría, compraron vestidos y corbatas verdes, y la verdad, no han logrado encontrar una buena combinación con el guinda, pero de que van a acudir, van a acudir con todo, de hecho pidieron una mesa grande para ellos, (con el cartoncito en medio: “Mesa 16 Familia PVEM San Luis”), pues esperan llevar a la madrina, al otro compadre Villafuerte y al menos a 5 invitados especiales más, incluido el que va a ir con una ex miss Universo, y sin olvidar a la invitada Sonia, que también ha sido carta fuerte en todas las fiestas democráticas y que esperan que se haga cargo de la casa en la capital, tras el festejo.

En la otra pachanga que se armaron, las mescolanzas que antes eran muy raras, ahora ya son costumbre… y así cuando hace algunos años juntar al PAN con el PRI y el PRD era como echarle vino tinto y Panalito a los tragos azulitos que se consiguen en los bares, (o sea algo horrendo e impensable), ahora esas tres familias decidieron que si no se juntaban, no solo no iban a tener fiesta, sino en una de esas, hasta los andan lanzando de sus casas (algunas de ellas en la Alcaldía Álvaro Obregón y se sospecha que conseguidas a través de enjuagues inmobiliarios medios raros), por lo que decidieron organizar su festejo y le encargaron a Xóchitl que ella la armara y de paso, que se preparara una gelatinas mosaico, claro, de uva, piña y frambuesa.

A estas alturas, esa fiesta se da de santos con que le lleguen de perdida 167 invitados de los de mesas generales y 43 de los invitados especiales… y no por falta de ganas de tener más, sino porque al menos con esos, pueden evitar que la cruda sea demasiado espantosa y se resquebrajen sus respectivas familias. Aquí en la patria chica, las cosas no les pintan muy rozagantes: allá en Valles, después de todo un circo (y esa no es expresión literaria), parece que se quedan sin invitado de honor, aun cuando pintaba para que el Tecmol se la llevara, el tribunal pasó la fiesta a la casa verde de David Medina; en la capital, por su parte, el principal festejado no la tiene fácil, primero se le ocurrió correr a varios de los residentes azules de la Unidad Administrativa Municipal y así de golpe, pintarla de rojo, cosa que cayó como bomba entre los panistas; luego, la casa se le quedó sin agua y muchos de los que allí viven, esa sí, no la perdonan. No es que ya en automático lo vayan a dejar solo con su pastel, pero de que la competencia con Sonia es parejera, es parejera… aquí sí, solamente, definir cual será la mejor fiesta, va a ser cosa de pocos invitados de diferencia y probablemente se va a determinar con como hayan rellenado la piñata, el que haya metido más dulces, es quien se la va a llevar.

Finalmente, la fiesta de MC, pintaba para ser pequeña, medio ‘high class’, pero muy animada, con un buen DJ con música pegajosa (“Maynez, Maynez…!!!”); hay dos o tres invitados de más o menos buen nivel y le andaba robando invitados a los de la fiesta de Xóchitl; pero, (siempre el recochinisimo pero), literalmente se le cayó la fiesta allá en Nuevo León y al menos allí, se convirtió en tragedia. Habrá que ver si los chavos (los principales invitados de MC), no se desaniman y lo acompañan a su fiesta este 2 de junio.

En fin, fiestas va a haber… es solo cuestión de ver cuál será la más vistosa, cuál se va a quedar sin gente y cuál va a celebrar a medias, total, en tres años más ¡habrá más pachangas!