La imagen de los pueblos originarios ha estado determinada por diferentes momentos históricos en los que, de acuerdo con el proyecto de nación en turno, su identidad cultural se reconfigura; sin embargo, persisten los prejuicios de pobreza e ignorancia como elementos inherentes de lo indígena.
La Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y la editorial El Dragón Rojo, presentaron el libro Retrato del Mezquital. Antonio Rodríguez y la Imagen del otomí en la modernización del Estado mexicano a mediados del siglo XX (2023), autoría de la profesora-investigadora de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, Haydeé López Hernández.
El objetivo, refirió la autora, “fue revisar la obra periodística y fotográfica de Antonio Rodríguez en torno al Valle del Mezquital, en la medianía del siglo XX, con el pretexto de analizar y reflexionar acerca de la construcción de la imagen del indígena otomí como sujeto empobrecido de manera natural, carente de cultura, de naturaleza, de todo, y las implicaciones de esta única interpretación en la planeación de las políticas públicas dirigidas a dicha etnia”.
El trabajo de Rodríguez, detalló la investigadora, representa un constructo que se extendió durante la mitad del siglo XX, compartido y difundido por el periodismo, el cine, la antropología y la clase política, mediante los programas sociales. En ese sentido, se vuelve relevante el peso que esa mirada tiene sobre la vida de las y los otomíes.
La pobreza existe, apuntó, pero aparece como un rasgo distintivo y característico de esta población, lo cual es falso, la pobreza no es inherente a una comunidad u otra, sino que recae en distintos sectores de la sociedad, los cuales no necesariamente son indígenas.
El libro está dirigido a especialistas interesados en la historia de la antropología, del periodismo y de la fotografía, pero el material gráfico que contiene también puede ser de interés para cualquier persona.
"Para mí fue como realizar un ensayo, un experimento para conocer la manera en la que la etnografía ha contribuido a construir una representación de lo indígena y, al mismo tiempo, observar el desarrollo de la propia disciplina, desde distintos asideros”, expuso López Hernández.
Agregó que fue un reto cautivante, “porque no había analizado el tema desde otras disciplinas distintas a la etnografía. El periodismo y la fotografía también construyen imaginarios que coadyuvan a mantener los prejuicios sobre los indígenas, a través de diferentes medios y con impactos diversos”.
La presentación se realizó en el Salón Alfredo López Austin del Instituto de Investigaciones Antropológicas, en el marco de la XVI Feria del Libro Antropológico de la Universidad Nacional Autónoma de México, y fue comentada por las antropólogas Sandra Rozental y Gabriela Zamorano Villarreal.
El libro, conformado por cuatro capítulos, dijo Rozental, es resultado del análisis de un archivo de 902 impresiones fotográficas, resguardado en la Subdirección de Etnografía del Museo Nacional de Antropología, “de las cuales se seleccionaron más de 50 para incluirse en la publicación que hoy nos reúne.
“Las imágenes y relatos de Antonio Rodríguez se convirtieron en una especie de espejo en el que, incluso, los propios otomíes se vieron reflejados”, añadió al referir que, pese a ello, en Retratos del Mezquital, “la autora nos recuerda que dichos materiales tuvieron una intención política que, aunque muestra elementos de la realidad, no da un panorama completo y, por lo tanto, carece de veracidad”.
En su intervención, Zamorano Villarreal finalizó que el texto ofrece un estudio sustancial anclado en un periodo histórico y geopolítico puntual, el cual invita a reflexionar sobre cómo la fotografía incidió en la vida de los indígenas, en particular de las y los otomíes, en aquella época.
La novedad editorial está disponible en la red de librerías del INAH, con un costo de 700 pesos. En las ferias del libro tendrá descuento del 25 por ciento.