A través de un informe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) expuso cuáles son las bacterias peligrosas que más resisten a los antibióticos, actualmente, por lo que son muy difíciles de tratar
Cuando ocurre una infección bacteriana, lo correcto es iniciar un tratamiento con antibióticos, pero no cualquiera, sino un fármaco que pueda combatir específicamente esa infección. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una lista de los patógenos más resistentes a este tipo de medicamentos.
De acuerdo al informe, estas bacterias están clasificadas en tres categorías: crítica, alta y media. Asimismo, eliminaron cinco combinaciones de patógenos y antibióticos que aparecían en un listado de 2017, pero se agregaron otras cuatro.
Mycobacterium tuberculosis
Salmonella
Shigella
Pseudomonas aeruginosa
Staphylococcus aureus
Neisseria gonorrhoeae
Enterococcus faecium
Streptococcus pneumoniae
Haemophilus influenzae
La OMS advierte las consecuencias de contagiarse con alguna de estas bacterias, señalando que son muy difíciles de tratar. En definitiva, lo mejor es tratar de evitar este tipo de afecciones.
Estas bacterias han incrementado el riesgo de mortalidad, el costo de la atención médica y reducen la eficacia de los medicamentos.
De allí también la importancia de combatir cada infección con un antibiótico específico. De lo contrario, podrías desarrollar una resistencia que te convierte en una “presa fácil” de cualquiera de las bacterias expuestas por la OMS.
Causas de una resistencia a los antibióticos
Usar antibióticos cuando no son necesarios. La mayoría de los resfriados, dolor de garganta, infecciones de oído y sinusitis son causadas por virus. Los antibióticos no funcionan contra los virus.
No tomar los antibióticos como se los recetaron. Esto incluye no tomar todos los antibióticos, dejar de tomar una dosis o usar los que sobran.
Uso incorrecto de los antibióticos. Nunca debes comprar antibióticos en línea sin una receta médica o tomar los antibióticos de alguien más.
Exposición de fuentes alimenticias. Los antibióticos son ampliamente usados en agricultura. Esto da lugar a bacterias resistentes en el suministro de alimentos.
Antes de iniciar cualquier tratamiento, es importante que te sometas a pruebas de laboratorio para identificar el tipo de bacteria y cuán resistente puede ser. Los exámenes más efectivos son antibiograma o pruebas de sensibilidad molecular.
Y una vez haya un diagnóstico, atacar la bacteria con un fármaco exclusivamente recetado por un especialista, en la dosis correcta y durante el tiempo que sea necesario. Incluso, luego deben repetirse las pruebas de laboratorio.