En días pasados, el Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Zacatecas, en coordinación con el Instituto Regional del Patrimonio Mundial en Zacatecas, Centro Categoría 2, bajo los auspicios de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la empresa mexicana OXICAL, llevaron a cabo el “Taller del Empleo de la Cal de Alta Pureza en el patrimonio edificado”.
La actividad, cuya sede fue el Museo de Guadalupe, perteneciente a la Secretaría de Cultura federal y al INAH, se dirigió a maestros de la Universidad Autónoma de Zacatecas y de la Escuela Estatal de Conservación y Restauración del Estado de Zacatecas “Refugio Reyes”, así como a personal del Ayuntamiento de Zacatecas, la Secretaría de Obras Públicas de esta entidad y el Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde”.
Asimismo, formaron parte de él diversos especialistas de las áreas de Conservación y Restauración, Arqueología y Monumentos Históricos del Centro INAH Zacatecas y del propio Museo de Guadalupe.
La cal es el cementante histórico por excelencia y la cal apagada artesanalmente, ha sido la más usada por la restauración mexicana debido a su flexibilidad y adherencia a los materiales originales de las edificaciones históricas y arqueológicas, sin embargo, requiere de un proceso de seis meses de hidratación.
Dentro del taller se ofreció un repaso de la historia de la cal dentro de la arquitectura y de los fundamentos teóricos, químicos y metodológicos para la intervención del patrimonio cultural a partir de este material.
Especialistas de OXICAL que estuvieron a cargo de las sesiones del taller, abordaron la importancia de rescatar los oficios tradicionales de manejo de cal, e igualmente expusieron la conveniencia del uso de cal de alta pureza, una solución que también se compagina con la conservación del patrimonio, y que, según expusieron, permite ahorrar tiempos y recursos.
La finalidad de este tipo de talleres impulsados regularmente por el Centro INAH Zacatecas, dada la vastedad de, por ejemplo, su centro histórico, reconocido en 1993 como Patrimonio Mundial por la Unesco, es reivindicar el uso de la cal en edificaciones de carácter histórico, e integrar este elemento en la conservación y restauración de bienes inmuebles.
Entre los procesos específicos que se abordaron en el taller, estuvieron los de apagado tradicional de cal, rajueleo, consolidación de muros, aplicación de ‘aguacal’, de aplanados y de color para generar aplanados pigmentados. Asimismo, se llevaron a cabo ejercicios de impermeabilización a través de técnicas como el bruñido.
Se destacó, dentro de las conclusiones del foro, la confluencia entre los tres niveles de gobierno, el sector privado y las instituciones educativas especializadas, con miras a formar nuevas generaciones de conservadores del patrimonio que promuevan tanto el uso de conocimientos ancestrales como de innovaciones en favor de nuestra herencia cultural edificada.