Plano Informativo | 19/05/2024 | 03:44
Cuando el amor acaba, se destruye la comunicación, y se agota el entendimiento.
Y, a partir de ahí, el hombre se convierte en un extraño para el mismo hombre; ya no nos conocemos, porque la mala comunicación, ha fracturado las buenas relaciónes .
Y esa falta de amor, está desfigurando el aspecto de la tierra. Ya no nos gusta lo que vemos; menos aún, lo que estamos viviendo.
Por eso, hoy como nunca, necesitamos la presencia del Espíritu; para que venga, y renueve el ambiente que nos rodea.
Hay que decir con el Salmo: “Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra”.
Dejamos entrar al Espíritu de Dios a nuestras vidas, para recuperar la unidad, y rescatar el entendimiento.
Hoy, estamos celebrando la fiesta de Pentecostés, es decir: La venida del Espíritu Santo a nuestras vidas.
Pero, hay que dejarnos llenar de ese Espíritu, para que ilumine nuestras mentes, y trasforme el corazón.
Es necesario el Espíritu, para que se despierte en nosotros, el deseo de amar, y de abrirnos al entendimiento.
Dice el libro de los Hechos: “En esos días había en Jerusalén judíos devotos, venidos de todas partes del mundo. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma". (Hech.2).
Cuando volvemos a Dios, podemos recuperar el entendimiento, y restablecer la comunicación.
Solo en Dios, es posible hablar el mismo idioma, es decir, el lenguaje del amor.
Pbro. Lic. Salvador Glez. Vásquez.