En México, más de tres mil 350 personas requieren trasplante de córnea, de acuerdo con el registro del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra) de la Secretaría de Salud.
La persona que recibe un trasplante de córnea y tiene una adecuada evolución puede recuperar la visión por completo y retomar todas sus actividades familiares, sociales, laborales o escolares, informaron especialistas del Hospital General de México "Dr. Eduardo Liceaga".
En algunos casos, la recuperación de la visión depende de la causa de la pérdida de la vista, edad, tejido y seguimiento al tratamiento; a veces la persona requiere lentes de armazón o de contacto, posterior al trasplante de córnea, que es un procedimiento quirúrgico para sustituir el tejido corneal dañado por uno sano de un donante fallecido.
Son candidatas las personas que presentan una lesión en la córnea que ocasiona pérdida de transparencia y problemas para que los rayos de luz se transmitan al interior del ojo, lo que disminuye la capacidad visual aun con el uso de lentes de contacto o de armazón.
Las enfermedades que dañan la córnea y sólo se pueden resolver con trasplante son el queratocono o ectasia corneal, una anormalidad que afecta la forma de este tejido y es el problema corneal más frecuente. Otra es la queratopatía bullosa, que se identifica porque la córnea pierde transparencia, se vuelve opaca y suele presentarse tras una cirugía intraocular como la de catarata.
Otro problema es la distrofia de Fuchs, que ocurre cuando las células de la capa corneal llamada endotelio mueren gradualmente, por lo que este tejido comienza a opacarse, pierde transparencia y disminuye la visión. Otra alteración en la córnea es la queratitis infecciosa provocada por herpes, bacterias, hongos o parásitos.
En menores de edad pueden presentarse distrofias endoteliales, que es una alteración congénita en el tejido corneal.
Los trasplantes de córnea pueden realizarse desde los cinco años; no obstante, es indispensable tener en cuenta las condiciones generales y sistémicas de cada paciente para considerar que puede ser candidato; por ejemplo, si tiene alguna alteración cardíaca o pulmonar, la anestesia general que se requiere para la cirugía puede representar un riesgo.
Los especialistas recomendaron a quienes recibieron trasplante de córnea, acudir a seguimiento médico por lo menos el primer año a partir de la cirugía, para asegurarse de que no hay rechazo del tejido, infección o inflamación que deba ser atendida o controlada.
Los síntomas de rechazo de tejido corneal en personas que recibieron trasplante son la baja visión, ojo rojo o dolor. En estos casos debe acudir inmediatamente al servicio de oftalmología.
También es importante proteger el ojo con lentes para evitar la caída de alguna sustancia o polvo, o recibir golpes directos; no realizar deportes de contacto o actividades que puedan representar riesgo.
Las personas que no cuentan con seguridad social y requieren un trasplante de córnea, puede recibir atención en el Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga” y en el Instituto Nacional de Rehabilitación.
En México, más de tres mil 350 personas requieren trasplante de córnea, de acuerdo con el registro del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra) de la Secretaría de Salud.
Las personas que deseen ser donadoras de órganos al momento de fallecer es importante que lo manifiesten a su familia y seres queridos y, de ser posible, descargar su tarjeta de donador voluntario desde el sitio gob.mx/cenatra.