Miguel Ángel Guerrero | 08/05/2024 | 08:27
Ahora que el tema del problema de falta de agua en la capital potosina ha sido retomado por los candidatos a la alcaldía Enrique Galindo y Sonia Mendoza Díaz como bandera de sus respectivas campañas electorales vale la pena recordar el gran fracaso en que terminó siendo la obra que se promocionó como la solución que permitiría disponer durante las próximas tres décadas del vital elemento para el abasto de los habitantes de la ciudad que, a fin de cuentas, también terminó por convertirse en la gran estafa y en un proyecto condenado a sufrir interminables fallas que constantemente evitaría el suministro a más de 30 colonias como es vista la famosa presa de el Realito construida por el rumbo de Santa María del Río por los límites con Guanajuato que desde el año pasado presentó fallas estructurales en su cortina que a la fecha no se sabe si ya fueron reparadas o no y que por la falta de lluvias se encuentra seca.
Como se recuerda durante su sexenio el gobernador Marcelo de los Santos anunció espectacularmente que traería a SLP la solución para que no faltara el agua durante los próximos 30 años mediante la construcción de la mencionada presa lo que ilusionó a la gente en el sentido de que no sufriría crisis de falta de la misma como la que se padece actualmente.
Tan importante se concebía la obra que en su tiempo vino a iniciar las obras de construcción el presidente Felipe Calderón el 2008 quien luego vendría el 2012 su primera inauguración pues luego el 2015 el entonces también presidenteigualmente asistiría a inaugurarla de nuevo.
Desafortunadamente, la susodicha obra nunca pudo regularizar su funcionamiento pues de esos años a la fecha las descomposturas en el ducto fueron constantes con sus consecuentes suspensiones del suministro a decenas de colonias que dependían de su abasto para el consumo diario.
Como evitaría la sobreexplotación de los mantos con el paso del tiempo llegamos al “día cero” en que dejó de bombear agua y los pozos y presas de la ciudad no fueron suficientes para satisfacer la demanda de agua de los potosinos.
Ahora ya sin agua que bombear el realito evidentemente, es visto como un fracaso monumental y que los 3 mil millones que ameritó de inversión solo fue dinero tirado a la basura en virtud de que nadie sabe cuándo concluirán los trabajos de reparación de su cortina y mucho menos la fecha en que se reanudará la temporada de precipitaciones pluviales que puedan captar su embalse.
Así mientras los candidatos a la alcaldía de la capital argumentan tener la solución al problema de falta de agua, nadie se ha preocupado por buscar cómo proceder legalmente contra la empresa aquos encargada de su construcción concesionaria de la distribución de su agua y, consecuentemente responsable del fracaso en que se convirtió, en vez de andar buscando cómo desaparecer el interapas o zafarse del organismo o dejarán que siga causando daños en el abasto y cobrando por enviar aire por el ducto.