Desde el fin de la pandemia, los reportes por acoso escolar al Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia han aumentado y de seguir así la tendencia, este año podrían llegar alrededor de 700, refirió Salvador Guerrero Chiprés, presidente del organismo.
De 2019 a la fecha han recibido mil 249 reportes de ese tipo. En 2019 fueron 177 casos. En 2020 y en 2021, los años de confinamiento por la pandemia disminuyeron y se presentaron 32 y 37 reportes, respectivamente.
Cuando las actividades se normalizaron en 2022 aumentaron a 292 y en 2023 a 518, casi el 50 por ciento. En lo que va de 2024 van 192, refirió.
Las causas del alza podrían estar en otras formas de violencia que se dan en el entorno de víctimas y victimarios, a un descuido hacia los menores, pero también a que hay condiciones para reportar los casos, refirió.
"El bullying es un síntoma de otras violencias de los entornos, también es la consecuencia de la relativa alienación o desatención o alejamiento de los papás y las mamás respecto de una plataforma apropiada con los niños, una comunicación afable, pero que también les enseñe respeto", dijo.
En la Ciudad de México, la Alcaldía que presentó una mayor tasa de reportes por habitantes fue la Venustiano Carranza, donde no hay una sede del Consejo ni ha habido tanta difusión del organismo como en Azcapotzalco e Iztapalapa, que presentan las tasas más altas en segundo y tercer sitio.
El bullying también puede estar relacionado con la incidencia delictiva que existe en esas demarcaciones, refirió.
Quien ejerce ese tipo de agresión podría estar sufriendo violencia, es testigo de la misma o enfrenta problemas como la separación de los papás, situaciones que desahoga en contra de otros menores de edad.
El 61 por ciento de las personas que reportan son en su mayoría los papás, seguidos con 25 por ciento por estudiantes, en 6.2 el maestro, 5.5 algún familiar, 1.3 cualquier otra persona y uno por ciento alguien que sabe del abuso escolar.
Señaló que el porcentaje de maestros que reporta es bajo, si se considera que son quienes están en contacto con los menores; no obstante, parecen más lejanos que hace unos 20 años de las problemáticas.
SUFREN DE INDOLENCIAJusto hace unos días, en un ejercicio en favor de la niñez, en el que se instaló un Consejito Ciudadano de infantes, una niña compartió que sufría bullying y aunque ya lo había reportado en varias ocasiones a la orientadora, fue ignorada.
Por otra parte, suele haber indolencia de los testigos del abuso escolar, que prefieren grabar un acto violento que intervenir para evitarlo, como ocurrió con la niña en Teotihuacán, Edomex, que murió tras ser golpeada con una piedra por una compañera que la molestaba, recordó Salvador Guerrero Chiprés.
Las mujeres sufren violencia escolar en 53.4 por ciento, mientras que los hombres en 46.3.
Las agresiones entre alumnos ocupan el 80.1 por ciento, en 17.9 por ciento de maestro a alumno, 0.6 de un externo, un tercero o alumno y 0.3 por ciento de alumno a maestro.
En 45.9 por ciento de casos ocurre en secundaria, grupo etario que más reporta, pero no necesariamente el que más sufre violencia o acoso escolar, refirió.
En caso de detectar que el menor es víctima o victimario, es importante hablar con él, acompañarlo en el proceso y acercarse a las autoridades escolares:
SIGNOS DE QUE UN NIÑO ES VÍCTIMA DE ACOSO ESCOLAR
-El menor sufre un cambio de conducta notable, de ser sonriente puede notarse triste, por ejemplo.
-No quiere ir a la escuela e inventa historias como que está enfermo.
-El domingo, el menor presenta ansiedad por el regreso a clases.
-Tiene golpes o moretones que no sabe explicar.
-Está nervioso e irritable.
-Prefiere estar solo en casa en lugar de convivir con amigos.
-Pierde objetos de forma constante.
-Experimenta asfixia, alteraciones gastrointestinales en la mañana antes de ir a clases.
Preguntas a realizarse para detectar que un niño ejerce bullying:
¿El niño es agresivo o se frustra fácilmente?
¿Tiene problemas en su hogar?
¿No respeta las reglas?
¿Considera que la violencia es una forma adecuada de conseguir lo que desea?
¿Sus amigos acosan a otros niños?
¿Se siente bien burlándose o ridiculizando a otros niños?
¿Intenta que sus amigos le acompañen en sus comportamientos inadecuados y si su "amigo" no desea participar, se separa de él despreciándole?
¿El niño tiene un comportamiento intimidante y provocador?
¿Le cuesta empatizar con sus compañeros?
¿Desea que su voluntad y deseos se impongan siempre, sin importar las consecuencias?
¿Parece no tener sentimientos de culpa y suele justificar sus actos diciendo "X se lo buscó o se lo merecía"?
¿Suele involucrarse en toda clase de problemas?
Fuente: ONG EDUCO.
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