Aunque la prevalencia aún es mayor en pacientes de más 50 años, la tasa media de aumento anual es más pronunciada en individuos de entre 20 y 49 años para varios tipos específicos de cáncer, como cabeza y cuello, colon, entre otros.
El cáncer suele diagnosticarse predominantemente en personas mayores de 50 años. No obstante, datos recientes del mundo real indican un incremento significativo en la incidencia de ciertos tipos de cáncer en individuos de entre 20 y 49 años, lo que se conoce como cáncer de inicio temprano.
Este aumento en los casos de cáncer entre los jóvenes subraya la importancia crucial de prestar atención a este grupo demográfico. La detección y el tratamiento tempranos son fundamentales para mejorar los resultados y la supervivencia en estas personas más jóvenes afectadas por el cáncer.
Desarrollo del estudio
El estudio realizado en un hospital de Málaga entre 1998 y 2021 investigó la tendencia en la incidencia de 18 tipos diferentes de cáncer, centrándose en comparar pacientes diagnosticados por encima y por debajo de los 50 años, así como en grupos de edades aún más jóvenes (45 y 40 años).
Durante este periodo, se observó un aumento generalizado en la incidencia de todos los tipos de cáncer estudiados en todas las franjas de edad. Aunque en términos absolutos la incidencia fue mayor en pacientes mayores de 50 años, el estudio destacó que la tasa media de aumento anual fue más pronunciada en los pacientes diagnosticados con cáncer de aparición temprana (por debajo de los 50 años) en varios tipos de cáncer específicos.
En particular, se encontró que el incremento anual medio en la incidencia fue significativamente mayor en pacientes menores de 50 años para ciertos tipos de cáncer como cabeza y cuello, colon, testicular, linfoma no Hodgkin, recto, riñón y sarcoma, en comparación con aquellos mayores de 50 años.
Al reducir el punto de corte de edad a 45 y 40 años, se confirmó esta tendencia y se identificaron otros tipos de cáncer con un aumento significativo en la incidencia entre los más jóvenes, como cáncer de cérvix, melanoma, ovario y páncreas.
Es importante resaltar que, a pesar de este aumento en la incidencia, los pacientes más jóvenes no fueron diagnosticados en estadios más avanzados en comparación con los pacientes mayores. De hecho, se observó que algunas neoplasias se diagnosticaron en etapas más tempranas en los pacientes más jóvenes que en los pacientes mayores.
Posibles causas del incremento de cáncer en jóvenes
Se discuten varias posibles causas subyacentes de este incremento, incluyendo cambios en la dieta y estilo de vida, exposición a factores ambientales, alteraciones en la microbiota y otras influencias durante la infancia y juventud que podrían contribuir al desarrollo posterior de cáncer.
Uno de los factores mencionados es el aumento en el consumo de alimentos procesados, bebidas azucaradas y la disminución en la actividad física, lo que ha llevado a una mayor prevalencia de obesidad. Esta última se ha relacionado con múltiples tipos de cáncer de aparición temprana, destacando la importancia de abordar la obesidad como un factor de riesgo crítico en la salud pública.
Además, se sugiere que los cambios medioambientales y el uso excesivo de antibióticos pueden influir en la microbiota, lo que a su vez puede tener un impacto en el desarrollo del cáncer.
Acciones preventivas
Estas observaciones implican la necesidad de políticas y programas de salud pública dirigidos a promover estilos de vida saludables desde una edad temprana para reducir el riesgo de cáncer en la edad adulta.
Aunque la incidencia y mortalidad por cáncer son mayores en grupos de edad avanzada, el impacto social, económico y emocional de la enfermedad es especialmente significativo en pacientes jóvenes, quienes enfrentarán las secuelas de la enfermedad durante períodos más largos de sus vidas. Por lo tanto, abordar esta tendencia ascendente en el cáncer temprano es esencial para proteger la salud y el bienestar de las generaciones futuras.