Lo único seguro es que nada lo es

A ESTAS ALTURAS DE LAS campañas electorales, amigo lector, seguramente usted ha sido objeto de mensajes, llamadas telefónicas y una serie de anuncios que son reflejo del esfuerzo que hacen los partidos y sus candidatos a fin de arrojar luces sobre lo que sólo tendrá un desenlace hasta el próximo 2 de junio de este año.

NOS REFERIMOS A LAS ENCUESTAS que, además, son parte del discurso político que como estrategia utilizan los contendientes a fin de definir la voluntad de los electores que aún no se han decidido por quién emitirán su sufragio.

Y ES QUE AQUELLOS QUE DURANTE mucho tiempo de análisis y estudio venden estos espacios, siempre ofrecen un argumento que versa que la ciudadanía no vota por el que va perdiendo y tampoco por el que menos resultado positivo tiene.

LA HISTORIA SIN EMBARGO Y SIN ir tan lejos, nos ha demostrado que a pesar de estos costosos estudios y encuestas, todo puede cambiar.

SAN LUIS POTOSÍ HA SIDO UN laboratorio político en su historia reciente, desde que por primera vez existió un organismo electoral ciudadano, cuando se implementaron también por primera vez procesos como las segundas vueltas electorales y hoy los espacios que ocupan la administración, antes se consideraban muy lejos de la preferencia electoral.

ESTAS LÍNEAS NO PRETENDEN hacerle a usted pensar sobre quiénes son los que se perfilan como la mejor opción, pues eso debe ser una decisión personal, cuya única motivación debe ser la convicción y la voluntad de participar dada la responsabilidad que implica vivir en sociedad.

SIN EMBARGO, ALGO QUE RESULTA cierto es que muchas personas de verdad no conocen propuestas, y más allá en también muchos sentidos, ni siquiera quienes son los candidatos por los que van a votar, en el caso de sus representantes tanto en la cámara federal como a nivel local.

A ESTAS ALTURAS AÚN ESTAMOS viendo que parte de este marketing político, el ingrediente sigue siendo el argumento de capitalizar la preferencia electoral a través de la descalificación del oponente como la fórmula más eficaz de lograr la victoria el próximo 2 de junio.

PERO ESO TRISTEMENTE NOS lleva a no votar por quien creamos que es mejor, sino por el que creamos que es menos peor y ese paradigma es sobre el cabe hacer la reflexión a fin de que, al contrario de cualquier propaganda, usted razone su decisión, con pleno conocimiento de por quién está votando y qué es lo que obtendrá.

HOY AQUELLOS QUE INTENTAN leer el futuro con encuestas en que muchos casos son pagadas por el mejor postor, le harán pensar que su voto es inútil si vota por quien va más abajo.

Y SI A MÍ ME LO PREGUNTA, amigo lector, le diría que hoy por hoy la moneda aún está en el aire y no es seguro para nadie decir que ya la tiene ganada.

EN UN EJERCICIO SANO DE nuestra costosa democracia, también es positivo elevar el nivel del debate y exigir a nuestros candidatos y candidatas mayor esfuerzo en la calidad de su información que refiere a sus propuestas, y no solo que digan que quieren hacer, sino cómo lo van a lograr.

LOS MEXICANOS Y LOS POTOSINOS lo merecemos a fin de que la política también sea moderna y deje de votar anquilosada en juego de descalificaciones y de guerra de lodo, que de eso muchos podríamos estar hartos.

ÉCHENLE GANAS SEÑORAS Y señores.

HASTA LA PRÓXIMA