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SAN PETESBURGO

Fundada en el siglo 18 como “la ventana a Europa” de Rusia, la ciudad tiene una gran cantidad de edificios históricos, palacios y teatros. Su estadio se destaca dentro del paisaje como algo insólito. Diseñado para asemejar una nave espacial, la arena con capacidad de 69.000 personas predomina sobre otras estructuras en la costa del mar Báltico. Ha sido una de las obras más problemáticas para la Copa del Mundo del próximo año, afectada por constantes aumentos de costos, problemas técnicos y acusaciones de corrupción. Trabajadores que construyeron el estadio enfrentaron “problemas relacionados con la salud, con el pago oportuno de su salario y de seguridad”, de acuerdo con una inspección de la FIFA que también encontró “una evidencia concreta” de que utilizaron a trabajadores de Corea del Norte. La cancha es otro problema tras quedar destrozada durante los partidos de la liga rusa realizados en primavera y el césped tuvo que ser cambiado. Los organizadores esperan que el partido inaugural entre Rusia y Nueva Zelanda el sábado no arruine la nueva superficie.

KAZAN

El Kazan Arena fue el modelo para muchos de los nuevos estadios en Rusia rumbo al Mundial de 2018. Tiene capacidad para 45.000 personas y costó aproximadamente 252 millones de dólares (14.400 millones de rublos rusos). También es el primer ejemplo sobre los temores del legado del torneo. Solo 3.041 fanáticos asistieron al inmueble para ver el juego de la Liga Premier de Rusia entre el Rubin Kazán y el FK Krasnodar el 15 de abril, una entrada que sería decepcionante incluso en la cuarta división del futbol inglés.

SOCHI

Ubicado entre las pistas de esquí y la playa, Sochi es el destino turístico predilecto en Rusia. Los organizadores rusos esperan que sea una ciudad que disfruten los fanáticos, sobre todo el Estadio Olímpico Fisht con capacidad para 47.700 fanáticos, el cual ofrece una vista la las montañas del Cáucaso en un extremo y en el otro al mar Negro. El clima debería de ser cálido durante el torneo, pero la brisa fuerte del mar puede afectar a los equipos que gustan de jugar con el balón por el aire. El estadio fue construido para albergar la ceremonia inaugural y la de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno en 2014, pero permaneció vacío durante tres años hasta que se reconfiguró para ser escenario de su primer partido de fútbol en marzo de este año.

MOSCÚ

El estadio de la capital de Rusia no será el majestuoso Luzhnikí, el cual fue anfitrión de los Juegos Olímpicos de 1980 y de la final de la Liga de Campeones en 2008. Mientras el Luzhnikí está en remodelación para albergar la gran final del Mundial del año próximo, los reflectores estarán en el estadio Spartak con aforo de 45.000 personas. Es el único de los 12 estadios sedes de la Copa del Mundo que no fue construido con dinero del gobierno, esto gracias al magnate petrolero y presidente del Spartak Leonid Fedun. Ha funcionado sin problemas desde que abrió sus puertas en 2014. Las entradas fueron buenas en esta temporada, el Spartak ganó su primer título de liga desde 2001 y la seguridad del estadio y servicios funcionan bien.