El Puskás Arena fue el escenario que recibió el encuentro de la Supercopa de Europa, entre el Bayern Múnich y el Sevilla, primer duelo de la UEFA en el que el público pudo ingresar, hecho que llenó de esperanza a los aficionados del futbol alrededor del mundo.
La UEFA aceptó recibir 20 mil aficionados en el recinto; sin embargo, el cuadro bávaro ocupó cerca de mil 300 entradas, mientras que el Sevilla únicamente 500.
La final de la Supercopa de Europa no pudo ser más atractiva, al ver las gradas con público presencial y no virtual, como se ha estado manejando en las distintas ligas del mundo. Toda la gente que ingresó al estadio fue con cubrebocas y manteniendo la distancia de 1.5 metros.
Además, el Bayern Múnich y Sevilla protagonizaron un gran encuentro. En tiempo reglamentario, el marcador culminó empatado a un gol, pero ya en tiempo extra, el conjunto alemán, selló la victoria, para reafirmar el poderío mundial que actualmente tiene.
