El fútbol alemán necesita de constantes pruebas de coronavirus y el apoyo político para volver a jugar en medio de la pandemia.
Asegurar ambos será difícil.
La Bundesliga podría ser la primera de las grandes ligas europeas en volver a la actividad. Esto les quitaría la presión a los equipos que enfrentan severos problemas económicos y podría atraer ingresos de aficionados extranjeros.
Sin embargo, el subdirector del centro de control de enfermedades de Alemania advirtió sobre la necesidad de someter a pruebas de COVID-19 a los jugadores.
“No veo por qué ciertos sectores de la población, aunque sean deportistas, deberían ser sometidos a pruebas rutinarias”, dijo Lars Schaade, vicepresidente del Instituto Robert Koch el martes al hablar sobre los deportistas profesionales.
Alemania es el país que más pruebas ha realizado en Europa, pero el utilizar cientos de análisis en futbolistas cada semana ha dividido opiniones.
“La capacidad de realizar pruebas a los deportistas no hará que falten en otra parte”, escribió el presidente de la Federación Alemana de Fútbol Fritz Keller en un artículo publicado el lunes en la revista Kicker.
No dijo cómo aplicará esa garantía.
La liga alemana cuenta con una comisión que trabaja en las pruebas, pero los detalles no son claros. La semana pasada planeaban realizar un encuentro para discutir la reanudación de la liga, pero los equipos pidieron aplazarlo al jueves. Los clubes volvieron a los entrenamientos, aunque sólo en grupos pequeños debido a las reglas de distanciamiento social.
Los equipos están ansiosos de reanudar la Bundesliga para evitar pérdidas financieras y en algunos casos, las amenazas de irse a la quiebra. Se encuentran negociando con un complicado panorama político y ante la oposición de algunos grupos de aficionados.
Alemania está relajando lentamente las restricciones de confinamiento, empezando con pequeñas tiendas, pero las reglas para la mayoría de las reuniones públicas se mantendrán hasta agosto. El apoyo de los gobiernos locales será clave para volver a jugar incluso con estadios vacíos.
Los gobernadores de Bavaria y Renania del Westfalia del Norte, sede del Bayern Múnich y el Borussia Dortmund, han dicho que los encuentros podrían reiniciar el 9 de mayo. No todas las entidades están de acuerdo.
La senadora de Bremen Anja Stahmann, quien lideró la reunión, enfatizó que las reglas de higiene tendrán que extenderse no sólo a los jugadores, sino al personal de televisión que comparte el estadio. Quiere también que haya medidas de seguridad para evitar que los aficionados se reúnan afuera de los estadios.
El 11 de marzo, cuando la Bundesliga intentó jugar sin aficionados, cientos de seguidores del Borussia Mönchengladbach se congregaron afuera y los jugadores se subieron a una explanada para celebrar con ellos. Dos días después suspendieron la liga.
