Los organizadores de la Milán-San Remo, que anularon la clásica de primavera de este año a causa de la emergencia por el coronavirus, presentaron este martes una versión de la prueba virtual y abierta a los aficionados, que podrán recorrer desde sus casas los últimos 57 kilómetros de la prueba italiana.
En sus 113 años de historia, la Milán-San Remo solo había sido aplazada dos veces, en 1916 y en 1945, pero la pandemia del coronavirus, que ha provocado más de 2.500 muertos y más de 30.000 contagiados en Italia, obligó a renunciar a la denominada "classicissima".
En este contexto, los organizadores de la prueba promovieron una versión alternativa, la "Milán-San-Remo Virtual Experience", que usa unas tecnologías ultramodernas para permitir a los aficionados vivir en primera persona el tramo final, de la ciudad de Alassio a la célebre línea de meta de la vía Roma de San Remo.
Eso sí, la participación requiere contar con unas bicicletas electrónicas en las que es posible cargar el recorrido de la prueba, con sus tramos de llanura y las escaladas, y que adaptan automáticamente la resistencia de los pedales dependiendo de las carreteras de la Milán-San Remo.
Además, los participantes podrán cargar en sus televisiones el recorrido para ver cómo avanzan durante la pedalada.
Los últimos 57 kilómetros de la Milán-San Remo prevén las célebres escaladas a los "Capi", con el cerro Mele, el Cervo y el Berta, hasta llegar al Cipressa, con 5,6 kilómetros y pendientes del 4,1 % y al Poggio de San Remo, última subida antes de la llegada a la vía Roma.
