Como ya es tradición del boxeo mexicano, este deporte llenó de glorias al país a lo largo de 2019 y dejó un balance de ocho campeones mundiales en diferentes categorías.
Saúl “Canelo” Álvarez, sin lugar a dudas, es el boxeador mexicano con más prestigio en la actualidad, el cual se ha encargado de conservar en los últimos años, a tal grado que fue considerado uno de los boxeadores de la década junto al estadounidense Floyd Mayweather y el filipino Manny Pacquiao.
A su vez, el oriundo de Guadalajara, Jalisco, se dispuso a seguir sumando victorias a su historial durante este año, luego de derrotar en fila al estadounidense Daniel Jacobs y el ruso Sergey Kovalev, una pelea que generó expectación por el peso que tuvo que aumentar el tapatío y que le permitió cerrar 2019 con los títulos mediano y súper mediano en diferentes organizaciones.
Julio César Martínez, con 24 años, ya escribió su nombre con letras de oro en el pugilismo, ya que con sólo cuatro años desde que hizo su debut profesional posee el título de peso mosca por parte del Consejo Mundial de Boxeo del CMB, el cual obtuvo el 31 de agosto al derrotar al inglés Charlie Edwards en tierras británicas.
Por si fuera poco, “Rey” ya realizó su primer defensa exitosa del cinturón el 20 de diciembre ante el nicaragüense Cristofer Rosales, quien sólo le duró nueve rounds antes de que el tercero sobre la superficie tuviera que detener el combate.
Otro pugilista nacional que se cubrió de éxitos en los últimos 365 días fue Jaime Munguía, al ganar sus tres peleas al japonés Takeshi Inoue, el irlandés Dennis Hogan y el ghanés Patrick Allotey para retener su campeonato mediano de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
A comienzos de 2020, el 11 de enero para ser precisos, subirá de nuevo al ring para medirse contra el irlandés Gary O’Sullivan en San Antonio, Texas, en las 160 libras, por lo que el tijuanense se encuentra sumamente emocionado y ansioso de que llegue el día.
Otro pugilista que puso en alto el nombre de México fue Emanuel Navarrete, quien obtuvo el campeonato de peso gallo por parte de la OMB en diciembre de 2018 y durante el año en curso llevó a cabo cuatro defensas exitosas, un par de ellas casi continuas con menos de un mes de diferencia.
El “Vaquero” le otorgó la revancha al ghanés Isaac Dogboe el 11 de mayo de 2012 en Tucson Arizona en una pelea que llegó hasta el duodécimo round, pero el referee tuvo que intervenir para evitar más castigo sobre el africano.
En agosto hizo lo propio contra el estadounidense Francisco De Vaca en Los Angeles, a quien derrotó por la vía del cloroformo en el tercer episodio; y menos de un mes después le aplicó la misma dosis al filipino Juan Miguel Elorde en el cuarto round de su “pleito” llevado a cabo en Las Vegas, Nevada.
“Desde que bajé del ring me preguntaron, lo pensé un poco, porque parecía muy rápido, pero acepté porque sabía que era un escenario inmejorable. Me siento muy bien, la preparación prácticamente no la corté, siento como si la pelea pasada hubiera sido sólo un sparring”, aseguró Navarrete sobre pelear en las fiestas patrias como los grandes de la historia.
Pero 2019 no acababa para el oriundo del Estado de México, porque tenía un nocaut reservado en sus puños para su compatriota Francisco Horta, quien únicamente aguantó cuatro rounds el 7 de diciembre en Puebla.
Elwin Soto también tuvo un 2019 de ensueño, en el que fue labrando su camino hacia el título de peso ligero de la OMB; primero el 16 de febrero se impuso al también mexicano Edgar Ornelas en el primer round en Mexicali, para después en el mismo recinto imponerse también a Joel Castro Cano el 4 de mayo por nocaut.
Con un historial de 15-1 para ese momento, la OMB no tuvo más opción que brindarle la oportunidad titular ante el puertorriqueño Ángel Acosta, quien ostentaba el título junior, además de varias peleas más de experiencia que el mexicano; sin embargo, esto no fue impedimento para que la “Pulga” lo derrotara por KO al inicio del último episodio en Indio, California.
Ya con el cetro en su cintura, Soto realizó su primer defensa exitosa en la misma ciudad que lo viera coronarse cuatro meses atrás; en esta ocasión, la víctima fue el filipino Edward Heno, quien soportó a pie firme toda la ruta, pero no pudo impedir que el mexicano conservara el cinturón por decisión unánime.
Finalmente, aunque no cerró el año campeón como los “gladiadores” previamente mencionados, Andy Ruiz merece una mención honorífica por ser el primer mexicano en apoderarse de un campeonato de peso pesado, tal y como lo hizo en Las Vegas el 5 de mayo ante el británico Anthony Joshua, para colgarse los cinturones de la AMB, OMB y FIB.
Cual película, el “Destroyer” tomó la oportunidad que se le brindó tras los resultados positivos en los exámenes antidoping del estadounidense Jarrell Miller, por lo que pudo enfrentar a Joshua y en una frenética pelea de “toma y daca” logró derribarlo por primera vez en su carrera y luego firmó el KO que lo catapultaría a la historia.
Finalmente, el 7 de diciembre llegó el momento de la revancha, un compromiso sumamente esperado por la afición mexicana, en el cual se vio a un Andy que no se preparó como debería y tuvo que sucumbir por decisión unánime; no obstante, su legado quedará en los anales del pugilismo mundial.
