Paxton Lynch no ha lanzado un pase en un encuentro significativo durante dos años. Pero el quarterback sustituto de los Steelers se vio rodeado el lunes por periodistas que le preguntaban si es capaz de dar un paso al frente para ayudar a que Pittsburgh obtenga un boleto de playoffs.

“Estaré listo para hacer lo que necesiten que haga”, respondió Lynch. “Es por eso que me trajeron acá, para ayudar a que este equipo gane cuando me convoque. Así que voy a estar listo para esto”.

Lynch fue contratado en septiembre como parte del equipo de prácticas. El hecho de que se le mencione como candidato a jugar simboliza perfectamente lo turbulenta que ha sido la campaña de Pittsburgh.

La magia de Devlin “Duck” Hodges, un novato que no pasó por el draft y que fue contratado como agente libre, se ha hundido en un mar de intercepciones.

Y el año enigmático de Mason Rudolph cambió de dirección dos veces durante un tramo de apenas 90 minutos del partido del domingo, una derrota ante los Jets de Nueva York. Rudolph sustituyó al errático Hodges en el segundo cuarto, y ayudó de inmediato a que Pittsburgh se recuperara de un déficit de 10 puntos para empatar el partido.

Pero pasó los últimos minutos a un costado de la cancha, tras lastimarse el hombro izquierdo.

Mike Tomlin, el entrenador de los Steelers, pidió simplemente que los periodistas se mantengan “atentos”, cuando le pregunaron quién sería el mariscal de campo el próximo domingo. Pittsburgh (8-7) visita a Baltimore (|13-2).

Pero las opciones parecen intrascendentes, en vista de lo que tendrá que enfrentar el quarterback elegido.

Es incierta la situación del corredor James Conner, quien se marchó del encuentro ante los Jets por una lesión de cuádriceps. El centro Maurkice Pouncey renqueaba el lunes, y llevaba una rodillera, tras una fuerte caída registrada en la segunda mitad del partido.

El receptor JuJu Smith-Schuster no pareció ni cerca del 100%, al atrapar apenas dos pases para 22 yardas en el duelo que marcó su regreso tras una dolencia de rodilla.

Los Ravens, primeros de la Conferencia Americana, han anunciado ya que darán descanso a su quarterback estelar Lamar Jackson y a la mayoría de los titulares en el ataque. Tienen asegurada ya la ventaja de locales en la postemporada.

Aun así, Baltimore tendría poder suficiente para superar a unos Steelers cuya ofensiva ha logrado más de un touchdown en el mismo partido sólo una vez desde el 31 de octubre.

QUÉ FUNCIONA

La defensiva. Ha permitido menos de 300 yardas en seis partidos consecutivos, y se recuperó satisfactoriamente luego de permitir 75 yardas a los Jets en su primera serie del domingo. Durante el resto del encuentro, la defensiva de Pittsburgh toleró sólo 186 yardas.

Salvo que se derrumbe estrepitosamente ante los Ravens, los Steelers finalizarán entre los cinco mejores de la liga en los rubros de yardas y untos permitidos, así como en capturas de quarterback y balones perdidos por el rival.

QUÉ FALTA

Ataque terrestre. Pittsburgh ha logrado sólo seis touchdowns mediante acarreos en la temporada. Ello igualaría la peor cifra en la historia de la franquicia si los Steelers no logran al menos dos anotaciones terrestres ante los Ravens.