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Messi regresa a la titularidad con el Barcelona

EFE | 24 Agosto 2019 | 12:00
Tres meses y medio después de que jugase su último partido en el Camp Nou (2-0 frente al Getafe en plena depresión por el desastre de Anfield), el capitán está dispuesto, recuperado de su lesión en el sóleo, para comandar a un Barcelona al que ni apuestas de futuro ni fichajes consagrados apartan del primer plano. Valverde observa confiado, se supone, a su plantilla. Pero suspira, se sabe, por tener en condiciones al líder del vestuario. Se diría que al líder del club en sí mismo.
 
Messi comienza este domingo su segunda temporada con el brazalete de capitán en la mochila y la que suma 16 desde que Frank Rijkaard le diera la alternativa, un 16 de octubre de 2004, durante un derbi frente al Espanyol disputado en el hoy semiabandonado estadio de Montjuïc.
 
Así, el ‘10’ coincidirá este domingo en un campo por primera vez con Antoine Griezmann, tres meses después de que en la víspera de la final de la Copa del Rey se desmarcase del entonces futurible fichaje del francés y su simple frase llevase a interpretar que no le quería en el Camp Nou. Una circunstancia que ni el tiempo ha borrado, apareciendo algunas informaciones insistentes en la frialdad del argentino con el francés. Aunque Lionel no haya dicho nada.
 
Tampoco ha dicho nada sobre el fichaje, supuesto, de Neymar por el Barça, más allá de convenir que mantiene contacto con él. Eso ha bastado para publicar y proclamar, por activa y por pasiva, que Messi exige a Bartomeu la incorporación del brasileño. Por más que él, el capitán, no se haya manifestado públicamente sobre un asunto del que solamente habló, en Miami, Gerard Piqué.
 
Silencioso fuera del campo, discreto y apenas dando señales de su día a día a través de contados mensajes en su cuenta de Instagram, Messi se centra en seguir siendo ese futbolista superlativo que le ha conducido a la cúspide, a convertirle en uno de los pocos, contados, deportistas que adquirieron la consideración de legendarios durante su carrera.
 
Como Michael Jordan, Maradona o Brady, alrededor del capitán existe la seguridad de que la suerte del Barça está absolutamente ligada a su rendimiento en el terreno de juego y, por ello, se le espera con impaciencia en el Camp Nou.
 
Messi está de vuelta y Valverde respira tranquilo. Y el barcelonismo en pleno sueña con su liderazgo eterno para recuperar la gloria.
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