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A un año de Tokio 2020 aumenta la demanda y los costos

AP | 22 Julio 2019 | 17:23

La cuenta regresiva para los Juegos Olímpicos de Tokio ha llegado a los 365 días.

Para conmemorar la marca del año restante, el miércoles serán presentadas las medallas olímpicas de oro, plata y bronce como parte de una jornada de ceremonias en diferentes puntos de la capital japonesa.

Los Juegos Olímpicos de Tokio 1964 exhibieron trenes bala, diseños futuristas y una nueva autopista, destacando la recuperación de Japón luego de la Segunda Guerra Mundial. Esa edición del certamen fue la primera que se vio a nivel internacional, lo que envió a la justa a una nueva era.

En esta ocasión la capital de Japón tiene menos que probar cuando los Juegos arranquen el 24 de julio de 2020. Muchos de los escenarios están listos, Tokio cuenta con una abundante infraestructura y Japón es sinónimo de experiencia. Sin embargo, hay otras cuestiones: se prevén altas temperaturas _este verano ha sido húmedo y templado_, congestionamiento vial y en el tren subterráneo, altos costos, la preparación ante sismos y la escasez de boletos.

De acuerdo con reportes, la demanda de entradas por parte de los residentes de Japón es por lo menos 10 veces más que la oferta. En el extranjero, los precios seguramente aumentarán en los mercados de reventa.

Los organizadores han destrozado los récords de ingresos de patrocinio local, que han superado los 3.000 millones de dólares _alrededor de tres veces más que cualquier otra edición. El principal impulsor ha sido el gigante de publicidad y mercadotecnia Dentsu Inc., la agencia de mercadotecnia exclusiva de Tokio.

“El hecho de que se esté hablando tanto sobre no poder conseguir entradas es una señal, una representación del entusiasmo y la expectativa que mucha gente tiene hacia los Juegos”, señaló hace unos días la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike.

Tokio no necesita que el Comité Olímpico Internacional (COI) construya infraestructura. Cuenta con una de las mejores del mundo. Presionada para justificar el gasto de miles de millones de dólares en los Juegos, Koike describió los Juegos Olímpicos y Paralímpicos como un “acelerador” para hacer más cosas, incluso si la evidencia muestra contundentemente que trabajar bajo los plazos del COI eleva los costos.

El economista deportivo Rober Baade, quien es profesor en Lake Forest College, a las afueras de Chicago, y ha investigado los Juegos Olímpicos, indicó que la justa se trata sobre “mercadotecnia y marcas. Lo más importante desde un punto de vista comercial es la ceremonia de inauguración y de clausura. El deporte es un trasfondo”.

Tokio construye ocho recintos. Los otros 35 están definidos como “temporales” o estructuras viejas que van a ser reutilizadas, algo que según los organizadores representó un ahorro de miles de millones de dólares. Pero incluso los recintos que ya están erigidos necesitan una remodelación. La pieza central es el Estadio Nacional de 1.250 millones de dólares, que será inaugurado a fines del año, y la Villa Olímpica para más de 10.000 atletas ubicada en la orilla de la Bahía de Tokio.

Esta edición de la justa incluirá cuatro nuevos deportes: karate, skateboarding, escalada deportiva y surf. Un quinto _el béisbol y softbol_ regresará luego de quedar fuera tras los Juegos de 2008.

El costo exacto _sobre lo que son y no son gastos olímpicos_ es complicado de clasificar. Pero Tokio gasta alrededor de 20.000 millones de dólares para estar listo, 70% de los cuales es dinero de los contribuyentes.

El presidente del COI, Thomas Bach, ha dicho en varias ocasiones que los preparativos de Tokio son “los mejores” de la historia. Pero ha habido problemas y vínculos con corrupción.

Un grupo de activistas en contra de los Juegos Olímpicos, muchos de ellos fuera de Japón, han realizado pequeñas protestas y otros actos en los últimos días bajo el título en japonés de “Hangorin no Kai”, es decir, “No a los Juegos Olímpicos”. Cuestionan el gasto para la justa y han planteado problemas locales ambientales y de vivienda.

Tsunekazu Takeda, el director del Comité Olímpico Japonés, se vio obligado a renunciar este año cuando estuvo implicado en una confabulación de compra de votos para conseguir la sede de los Juegos. Takeda ha negado haber cometido alguna acción ilegal, pero reconoció que autorizó cerca de dos millones de dólares que, de acuerdo con los investigadores franceses, fueron destinados para comprar los votos de algunos de los miembros del COI.

Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016 están implicados en la misma red de sobornos.

Los organizadores de Tokio también tuvieron que rediseñar el logotipo luego que el diseño original enfrentó cargos de plagio, y un sindicato internacional de trabajo ha alegado violaciones a las normas de seguridad laboral en los recintos olímpicos, en gran parte con respecto a la mano de obra de inmigrantes.

Un diseño futurístico para el nuevo estadio de la fallecida arquitecta británica Zaha Hadid fue eliminado cuando los costos aumentaron a 2.000 millones de dólares. El arquitecto japonés Kengo Kuma fue elegido en su lugar con un diseño enfocado a las celosías de madera y a la vegetación que estará listo al término del año.

Baade dijo que los juegos han llegado a un “punto de inflexión”, con ciudades que se dan cuenta que los beneficios a corto plazo son escasos y la rentabilidad a largo plazo incierta.

“Hay menos ciudades y países dispuestos a competir en esta subasta internacional de los juegos”, comentó. “Y, en ausencia de esto, el COI” no va a poder obtener el tipo de concesiones de posibles ciudades anfitrionas como lo hizo antes.

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