Que un jugador se vaya a otro equipo, aún y cuando éste fuera un referente, puede provocar enojo o tristeza dentro de la afición, ahora si este jugador se va con el equipo rival, se vuelve más que polémico para el entorno, tal y como sucedió con Oribe Peralta, el nuevo refuerzo de Chivas.

Pero estos casos no solo suceden en México sino también en el mundo entero.

Luis Figo jugó para el Barcelona del 99-2000 para posteriormente dar paso al Madrid la temporada siguiente.

Enrique Borja quién fue emblema de los PUMAS durante 5 temporadas, decidió continuar con su carrera en el América en donde militó 8 torneos, convirtiéndose también en figura.

Este tipo de rivalidades también han llegado a la Super Liga Argentina, en donde el gran Gabriel Batistuta vistió la playera de River en la temporada 89-90 cambiándola por la del Boca el siguiente torneo.

El mexicano Hugo Sánchez primero vistió los colores de los “Colchoneros” y después se convirtió en el Pentapichichi merengue.

Oswaldo Sánchez ex portero y emblema de Chivas, antes de vestir los colores rojiblancos también uso el plumaje del América.

Pero quien no tuvo pena en traicionar no 1 sino 2 equipos fue Bernd Schuster, quien primero vistiera la playera blaugrana, para después cambiar a los colores merengues y posteriormente vestir la camiseta del Atlético de Madrid.

En la Premier League uno de los casos más sonados fue el de Carlos Tévez, quien vistiera tanto los colores del Manchester United, como el del Manchester City.