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Karla Wheelock, la mujer que conquistó el Everest y el mundo

Notimex | 01 Junio 2019 | 10:06

Conquistar la cumbre del Monte Everest cambió la vida de la alpinista mexicana Karla Wheelock Aguayo; su ascenso a la montaña más alta del mundo le permitió abrir su corazón a la naturaleza y comprobar la fragilidad del ser humano.

Al cumplirse 20 años de su hazaña, Wheelock Aguayo concede entrevista exclusiva a Notimex, en la que habla de sus sacrificios para cumplir su ilusión, su sueño de escalar la cima del Everest por la cara Norte y ser la primera latinoamericana en lograrlo por esa ruta.

La escaladora originaria de Saltillo, Coahuila, recordó como si fuera ayer su estadía en el llamado techo del mundo, su sentimiento, orgullo y satisfacción de tener literalmente el mundo a sus pies, de cumplir su meta del ascenso:

“No sólo veía la curvatura de la Tierra, me dejaba ver el corazón de muchas personas que logran sus metas, no sólo en México sino en todo el mundo. He compartido y recibido muchas satisfacciones y no tengo palabras para expresar lo que me dejó la montaña, lo que me dejó ver”, enfatizó la coahuilense.

“Los últimos pasos a la cumbre fueron simbólicos. Parada en la cumbre encontré a un compañero a quien habíamos dado por perdido y quedé sorprendida cuando me recibió con un abrazo, fue algo simbólico. Estos 20 años han sido algo simbólico, ese hombre se arriesgó una hora en la cima para recibirme”, recordó.

De pie en la cima, Karla sintió el aire frío y la satisfacción de conquistar la cima más alta del mundo, también hizo más descubrimientos:

“Estar ahí y ver todo hacia abajo, hizo que me diera cuenta de tu pequeñez, tu vulnerabilidad, lo frágil que somos como seres humanos, pero también empiezas a ver esa fe, ese cariño, esas ganas que mucha gente depositó en mí y que me llevaron a la cima; fue una cima de muchas personas”.

20 años no son nada

Karla Wheelock llegó a la cima del Everest el 27 de mayo de 1999. Una fecha inolvidable para la alpinista que había ascendido a las cumbres más altas del planeta, pero que le faltaba la de mayor fama y renombre entre los escaladores; el llamado "techo del mundo".

Después de cumplir la hazaña, la coahuilense hizo la promesa de regresar en 10 años, tiempo que aprovechó para impartir conferencias y charlas motivacionales a jóvenes, para impulsarlos a cumplir sus metas, sus sueños, sus desafíos.

“Cuando cumples tus sueños y deseos los haces brillar”, destacó Wheelock Aguayo.

El desafío de Karla fue mayor porque para estar en la cumbre más alta tomó la ruta por la vertiente norte de China, del Tíbet por la cara Norte, la más escarpada y peligrosa, que sólo habían conquistado cuatro mujeres en el mundo y tres de ellas fallecieron en el descenso.

“Fue todo mi esfuerzo por representar a México por primera vez por esa ruta y a los 10 años, en 2009, regresé para cumplir mi promesa y reflexionando, para qué subir la montaña si allá arriba no hay oro, no hay premios, no hay medallas”.

Sin embargo, Karla tendría otra visión del mundo porque en su regreso pudo contemplar un atardecer maravilloso del Everest, “fue un atardecer dorado y dije ¡si hay oro! Empecé a brillar con la Fundación Karla Wheelock no sólo con conferencias a jóvenes, con universitarios y empresas, busqué llevarlos a la gran maestra que es la montaña, a la naturaleza con varios proyectos en alianza con la Secretaría de Educación Pública, implementando mejoras al medio ambiente”.

Con su Fundación, la entrevistada pudo premiar a los ganadores con viajes a la Antártica, a las áreas protegidas en Baja California, Estado de México y Chiapas, a estudiar derecho ambiental sobre obras públicas “para contribuir a que este mundo maravilloso nos dure más”.

El Everest fue el resultado de 30 años de dedicarse a la escalada y de una década de preparación con sus “botitas”, de medirse en cumbres de cinco miles, en un proceso metabólico para que su cuerpo sobreviviera sin oxígeno.

“Soy abogada de profesión, tuve que prepararme para un rescate porque en la escalada no podemos llamar a la ambulancia, tenía que aprender de metodología. Yo vengo de Saltillo y no hay nieve en esa ciudad, tuve que aprender de grietas, de avalanchas, a vestir para evitar la congelación gradual porque en la montaña una falla o un error te toma la vida, muchos han quedado en el intento, tienes que subir y bajar por tu propio pie sin que te amputen extremidades o partes de tu cuerpo”, resaltó.

Para Karla Wheelock fue un honor tener la bandera de México en la cima, “no sólo yo, sino todas esas mujeres que no la tenemos fácil. Representó un reto, estudié becada con el esfuerzo de mi mamá que nos mantuvo a mí y a mis hermanos”.

La coahuilense había viajado con su maleta llena de accesorios y herramientas de montañista, pero lo más importante con los sueños e ilusiones, la confianza y el cariño de las personas que fueron parte de esa expedición, “yo aprendí que siempre hay nueva oportunidad después de quedarme a 80 metros en mi primer intento del Everest”.

Karla y la también montañista Elsa Ávila, quien llegó al Everest dos semanas antes por la ruta tradicional, fueron la llave para que las mujeres deportistas mexicanas empezarán a destacar, a llegar a la cumbre en diferentes disciplinas, fueron las encargadas de una generación que empezó a romper paradigmas, en las diferentes disciplinas “exclusivas” para hombres.

“Cada vez hay más mujeres subiendo montañas, mujeres que triunfan en automovilismo, en golf, en tae kwon do; nos dimos la oportunidad de soñar, de ver otros roles de mujeres; si ella pudo yo también. Pero por mi parte te digo que fui inspirada por otras mujeres, mi madre jamás subió un cerro o una montaña, jamás se vio en la televisión, pero con su trabajo diario en algo ordinario se logra lo extraordinario; mujeres dando su ejemplo, inspiran a otras”, destacó la montañista.

La mujer y el deporte

Wheelock Aguayo habla de la relación mujer-deporte.

“Creo que la relación de la que hablas es una fortaleza para nosotras; somos, según eso, el sexo débil, pero tenemos una gran capacidad de adaptación, una gran resistencia. Científicamente, nuestros cuerpos resisten más tiempo sin alimento, por lo tanto, el deporte nos fortalece y nos hace llegar más lejos” afirmó la alpinista.

El futuro del alpinismo mexicano

Del futuro del alpinismo mexicano comentó que existen muy buenos prospectos para tomar la estafeta que ella deja, y al respecto cuenta una anécdota que le sucedió con quien será su sucesora

“Para celebrar los 20 años del ascenso al Everest regresé al Himalaya y en el campamento base me encontré a una compatriota, Viridiana Álvarez, una muchachita mexicana que el año pasado alcanzó el K2 y que ya subió al Everest. Platicamos y le dije ‘te toca a ti ser la nueva generación, poner en alto la bandera de México’ y me contestó ‘¡se me olvidó la bandera!’

Me dio risa y le dije, ¿cómo que se te olvidó la bandera?, tienes que llevarla y le di la mía, una que siempre llevo conmigo cuando voy a la montaña. Afortunadamente alcanzó la cumbre, y pudo desplegar nuestro lábaro patrio en la cima” cuenta Wheelock Aguayo.

Toda una muñeca

En marzo pasado, la famosa muñeca Barbie homenajeó a las mujeres más exitosas del planeta con la fabricación de la muñeca en honor a cada una de ellas y Karla fue la mexicana elegida para la realización de la Barbie Alpinista.

“Para mi es un honor el haber sido elegida entre tanta mujer destacada a nivel mundial; la fábrica me llamó para decirme que fui seleccionada en un reconocimiento a 19 mujeres en todo el planeta por el 60 aniversario de la muñeca de la Barbie hecha a la semejanza de mi persona” dice orgullosa la coahuilense.

Para Karla Wheelock lo más importante es seguir inspirando a niñas a que no se limiten, para decirles que pueden ser fotógrafas, astronautas, presidentas, montañistas, descubridoras, científicas lo que quieran, porque ese chip que tienen las mujeres desde chiquitas, les permite llegar a conquistar todas sus metas.

Del nombramiento de Ana Gabriela Guevara en la dirección general de la Conade, comentó que no sólo tiene una carrera deportiva exitosa que llevó a México a lo más en alto en su disciplina, con su entrega y su compromiso.

“Tiene una carrera política y tiene todo, así como se enfocó a ganar una medalla olímpica, si lo hace para el desarrollo del deporte en México nos vamos a la plata, tiene todo para darnos grandes resultados”, finalizó la alpinista.

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