El corazón de Diego Maradona quedó repartido por el mundo, entre equipos y personas que han marcado su vida desde sus inicios en los potreros porteños en la década de los 60. Desde Claudia Villafañe, el primer amor de su vida, Jorge Cyterszpiler, Doña Tota y demás amigos han tenido impacto en la persona del astro argentino, sin embargo, hay dos lugares que ocupan un lugar especial en el corazón del 'Pelusa': Nápoles y Culiacán.

Dos lugares tan distantes, pero tan similares en su fondo y forma; la mafia, la playa, la vida tranquila y la sal en el viento hacen ameno el momento de un hombre que en ambos sitios volvió a amar el futbol.

A mediados de los ochenta llegó al sur de Italia con la carga pesada de su fracaso en Barcelona y su primer contacto con la 'Dama Blanca' que tanto dañó su salud. Poco más de 30 años después, llegó a Culiacán afectado por sus ya débiles rodillas, un escándalo mundialista y escándalos familiares que deterioraron vitalidad.

Diego, aprendió a sobreponerse a las adversidades al lado del mar y con mucho esfuerzo supo convertirse en el 'Rey de Nápoles' y llevar al humilde Napoli a la cúspide italiana, coronada por dos 'Scudettos' y una Copa UEFA. En poco tiempo, Maradona se ganó el corazón de la ciudad, el respeto de los 'Capos'  y al mundo del futbol. El desenlace  en Italia no fue el esperado, ya que una suspensión de 15 meses por usar cocaína ennegreció su adiós.

En Culiacán, el 'Pelusa' llegó en medio de las críticas y la expectación ante sus constantes fracasos en los banquillos. Ni con la Selección Argentina o el Al Wasl, Diego pudo conseguir grandes logros. Sin embargo, Dorados se enamoró muy pronto y con mucha ilusión y alegría alcanzaron la liguilla del Apertura 2018 de la mano del Diego.

El desenlace de aquel torneo fue similar a Nápoles. Maradona protagonizó un momento bochornoso en el palco del Alfonso Lastras de San Luis Potosí tras perder la gran final de aquel torneo. 'Vení, puto. Vení. Chingas a tu madre, la concha de tu madre', fueron las palabras usadas aquella noche para reflejar su frustración mientras era exhibido públicamente. En tierras potosinas quedaron el coraje y las lágrimas del Diego.

Cuatro meses después, se prepara el regreso a San Luis en lo que Maradona espera sea una escala en su camino a la gloria. Un hombre que ha sabido reponerse a las adversidades, tiene en la afición potosina a otro de sus grandes rivales, pero el talento y la gambeta son la carta de presentación del mejor de la historia.