El partido comenzó con sorpresas tempraneras. Las Chivas pegaron apenas a los cinco minutos, aprovechando un error en la salida de los poblanos. Isaác Brizuela le punteó el balón al zaguero Daniel Arreola y lo dejó a modo para Alan Pulido, quien encaró y definió por abajo de las piernas del cancerbero.
Aquel revés desconcentró a la Franja, que recibió el segundo de la noche. Era el minuto 10´; Jair Pereira ganó por alto en un tiro de esquina y la mandó al fondo con un buen cabezazo. Los poblanos tenían la esperanza de que se marcara un fuera de juego, pero el colegiado estuvo atento y validó el gol de los foráneos.
Puebla se hizo sentir hasta los 24 minutos, cuando Lucas Cavallini amagó hacia adentro para superar a un adversario y le pegó cruzado, aunque la bola se fue apenas desviada del marco tapatío.
Las emociones siguieron llegando. Las Chivas presionaban para sentenciar antes del descanso. La próxima fue de Ángel Zaldívar, quien cruzó un potente disparo que Vikonis rechazó en el fondo de manera espectacular.
El complemento cambió la tónica del partido; Puebla salió con mejores argumentos y acortó distancia a los 49 minutos, en un tiro de esquina donde la bola rebotó en zona de peligro y finalmente Luis Enrique Robles la mandó guardar a la cabaña tapatía.
Los de casa seguían encendidos. Al 52´; Christian Tabó se acercó al último tercio de cancha, alzó la cara y pegó un fogonazo lejano que Raúl Gudiño tapó con un lance espectacular. Minutos después, al 59´, consiguieron el ansiado empate, en un tiro libre que Daniel Arreola acomodó en la horquilla con un zurdazo de parte interna. Aquel golazo puso el empate para los anfitriones.
La recta final fue de alarido; Puebla no se cansó de buscar el gol de la victoria contra unas Chivas que encontraron en Raúl Gudiño a su mejor hombre. Es así que terminaron las cosas; Puebla y Chivas dividieron unidades en el Estadio Cuauhtémoc.
