Los Seahawks se irán a su semana de descanso con la tranquilidad de haber ganado en Wembley y haber puesto su récord 3-3antes de la pausa. Seattle se impuso con facilidad 27-3 a Oakland Raiders en una inspirada noche de Russell Wilson.
Seattle dio señales muy alentadoras en Londres, pues su línea ofensiva lució infranqueable y dio a Wilson el tiempo y el espacio suficiente para hacer lo suyo, y terminar con 222 yardas, tres lanzamientos de touchdown y una intercepción.
Para los Raiders, este fue un salto sombrío hacia un pozo sin fondo. Su récord de 1-5 es de los peores de la NFL y su esperanza de ir a Playoffs está casi extinta.
Lo que era técnicamente un juego en casa para Oakland, se tradujo en fuertes abucheos de la multitud, y parecían ser superados en número en el campo.
En comparación con la línea ofensiva de Seattle, los Raiders simplemente colapsaron, y Derek Carr fue capturado seis veces. Como si eso fuera poco, la pesadilla de Carr fue aún peor, pues tanto Seth Roberts como Amari Cooper se retiraron con conmoción cerebral.