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Nadal, un vacío demasiado grande de llenar en Copa Davis

EuroSport | 19 Septiembre 2018 | 15:15
La baja de Rafa Nadal sería un agujero enorme para cualquier equipo, sin embargo, para España, la ausencia de su buque insignia, fue un torpedo a la línea de flotación de la Armada que se agarraba al buen hacer del manacorí para poder volver a la final de la Copa Davis. Sin el número uno del mundo, Francia fue un auténtico rodillo que jugó con las esperanzas de la selección de Sergi Bruguera.
 
24 victorias consecutivas en partidos individuales, por solamente una derrota en su debut, es el bagaje de Rafa Nadal en la Copa Davis. Un auténtico coloso que hace temblar a sus rivales en una competición donde los últimos años España no ha podido contar todo lo que le hubiera gustado con su mejor jugador, en una travesía por el desierto que le ha costado hasta seis años de ausencia en las semifinales de una competición que cambiará de formato en 2019. Pero en 2018, su regreso triunfal en la eliminatoria de cuartos de final ante Alemania, sembró una semilla de esperanza de poder hacer algo grande, una sensación que duró hasta que el balear se retiró en el US Open.
 
Porque en su abandono en las semifinales del último Grand Slam del año del número uno, España comenzó a perder las semifinales de la Copa Davis una semana después. Presente en un primer momento en la convocatoria de Bruguera, era inevitable vistos sus problemas de rodilla, que el manacorí pensara en su salud, y decidiera no forzar por el bien de su carrera deportiva, aunque el agujero ha sido demasiado profundo para que la Armada pudiera cerrarlo.
 
Desde 2013, Rafa Nadal únicamente ha podido jugar en cuatro eliminatorias de la Copa Davis, y en todas ellas el final fue positivo para España. En tres, el resultado fue claro, 5-0 para los intereses de la Armada. Además, su presencia fue vital para conseguir tres de las cinco ensaladeras, y en una cuarta, aunque no estuvo en la final de Mar del Plata de 2008, también formó parte del equipo que consiguió llegar a la lucha por el título.
 
Posiblemente la falta de renovación ha estado lastrando a España en el último lustro en la Copa Davis. De los tres componentes del milagro ante Argentina hace diez años, Fernando Verdasco, David Ferrer y Feliciano López, dos de ellos han estado en 2018, con protagonismo del alicantino ganando el punto decisivo ante Alemania, y el madrileño estuvo en las quinielas para formar parte de la escuadra que se ha medido a Francia, pero una lesión en la rodilla le ha impedido formar parte del equipo.
 
La presencia de Pablo Carreño, tocado físicamente tras el US Open donde tuvo que retirarse ante Joao Sousa en segunda ronda, y Roberto Bautista, que también salía en el último mes de sus problemas físicos, no ha sido determinante en las últimas eliminatorias incluida en la de semifinales frente a Francia, y Albert Ramos, héroe ante Gran Bretaña, no ha tenido la oportunidad de jugar ante los galos.
 
 
El resultado de todos estos factores ha llevado a una eliminatoria, donde España parecía derrotada desde un principio, ante un equipo que también contaba con alguna ausencia (Tsonga y Monfils), pero que ha demostrado ser un conjunto completo y sin fisuras con un imprevisible y enérgico Benoit Paire, un paciente Lucas Pouille y la veteranía de Julien Bennetau y Nicolas Mahut para cerrar el punto decisivo de dobles.
 
España no llegó a aterrizar en Lille, pero eso no quita que la Armada haya vuelto nuevamente a pelear en el lugar que le corresponde. En 2018, solamente el actual campeón, que buscará reeditar la ensaladera conquistada ante Bélgica en 2017, ha podido eliminar a la selección de Bruguera, que tendrá el reto nuevamente de afrontar el cambio de formato para 2019, con la posibilidad de que la sede final sea nuestro país.
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