La corrupción en el futbol argelino se extiende desde las raíces hasta las divisiones superiores y cualquiera pueda amañar un resultado, aseguró una fuente en una investigación de la BBC.
La cadena británica realizó un trabajo de investigación de tres años para destapar y exponer las trampas que suceden en todo el balompié del país africano.
Gracias a los testimonios de intermediarios, jugadores, exfutbolistas, árbitros y víctimas de sobornos, el reportaje revela una maraña de corrupción que no se limita a las dos divisiones más importantes.
La corrupción se ha vuelto tan común que ahora existe una "lista de precios" para conseguir lo que se quiere a cambio de billetes. Por ejemplo, una victoria en la Primera División cuesta lo equivalente a 65 mil dólares, mientras que el árbitro te conceda un penal sale en 8,500 dólares.
Tanto oficiales como jugadores están involucrados en los sobornos, que pueden ser más abultados en caso de que se juegue el final de la temporada o haya algún título en disputa.
"Es fácil para cualquiera amañar partidos y arreglar resultados. Solo tienes que entender el proceso y los trucos", dijo un amañador entrevistado por la BBC, quien prefirió mantenerse en el anonimato debido a la gravedad de la situación.
"El futbol argelino tal vez ya superó el punto crítico", comentó por su parte un exejecutivo de FIFA.
En las divisiones inferiores el problema no se limita a la corrupción, de acuerdo con el presidente de un club: "ahí es el infierno. Violencia, corrupción, tienes todas las plagas".
La corrupción también ha llegado a los aficionados y aquellos que tienen un alto poder adquisitivo pueden influir en los resultados, ya sea por medio del dinero, la intimidación o la violencia.
La Federación Argelina de Futbol ha tratado de combatir la corrupción y recientemente creó la Comisión de Auditorías para monitorear las finanzas tanto de las ligas profesionales como del organismo rector. Sin embargo, el esfuerzo no ha sido suficiente para erradicar un problema complejo.
"Conocemos (a los corruptos), pero nadie hace nada. Es un problema político, cuando los políticos interfieren en el futbol, es el fin", expresó un exdirigente de la Federación Argelina.
