Muy lejos quedó el Diego que visitó México hace treinta años para coronarse como Campeón del Mundo, liderando a Argentina a un nivel superlativo, casi tocado por 'Dios'. Un Maradona de 25 años ascendía al Olimpo del Futbol con un gran ingenio que revolucionó el futbol de su época. Sobre la cancha, Diego fue el mejor, lejos de ella, poco y nada comparable a su éxito en el césped.

El Maradona de 2018 regresó a México a miles de kilómetros del Azteca, más específico en el Estadio Banorte de la complicada Culiacán. Una Ciudad marcada por la violencia y el narcotráfico, quizá un lugar idear para crear un paralelo con su complicada vida extracancha, manchada por las adicciones y escándalos de todo tipo. Diego Armando, ahora luce más rechoncho, con un lento andar y una barba marcada por la canas; el tiempo no ha sido el mejor del 'Pelusa'.

La expectativa era máxima en Culiacán, pese a que el estadio no lució un lleno en su totalidad. El Dorados vs Cafetaleros, dos de los tres equipos del Ascenso que no han saboreado la victoria en el Apertura 2018, transmitido por una cadena televisiva para toda América, una cámara especial que seguía a detalle a Maradona.

El poder de Diego en su máxima expresión. Sobre el campo, Dorados tuvo el balón, exhibieron alternativas en jugadas a balón parado. En la Segunda Mitad, Vinicio Angulo hizo de Diego y desatascó el partido con un triplete redondeado por Alonso Escoboza, para dar un triunfo por 4-1 a Maradona en su debut.  

La 'Mano de Diego' se vio en momentos puntuales, con el corazón y la garra haciéndose presentes, para iniciar la 'era Maradona' con una victoria. Cansado y sudoroso tras correr en la zona de bancas, Diego abandonó el Estadio con una gran sonrisa.