Justin Rose podía sentir como el cielo se oscurecía y la temperatura del viento bajaba. Cada golpe tiene tanta importancia durante esta época el año, y los últimos dos hoyos en la tercera ronda del BMW Championship significaban aún más.
Rose salvó un par desde una posición extraña. Xander Schaufflele se quedó corto con su putt en el 18 y después el hoyo le hizo un capricho en su intento de par.
Cuando finalizó la tercera ronda, Rose firmaba tarjeta de seis bajo par, 64 — con seis birdies en sus primeros nueve — para una ventaja de un impacto sobre Schauffele y Rory McIlroy de cara a la última ronda en Aronimink.
Para Rose, está en juego la posibilidad de llegar al número uno del mundo por primera vez en caso de obtener su tercer título en el área de Filadelfia, incluyendo su cetro en el U.S. Open disputado en Merion hace cinco años.
Jordan Spieth está proyectado a caer fuera de los 30 primeros de la FedEx Cup, lo que significaría ausentarse del Tour Championship y recibir alguna sanción de la gira debido a su calendario. Tiene un día más para cambiar esa situación.
La pregunta es ¿habrá otra ronda?
Rose intenta no pensar en eso.
“Definitivamente es algo que tienes en la cabeza”, comentó. “Se puede sentir como cambia el clima. Sientes que viene algo grande”.
La hora de inicio se cambió a las 7 a.m. del domingo con esperanza de evitar la lluvia y pueda concluir la última ronda. El pronóstico indica una pequeña ventana para la mañana del lunes en caso de ser necesario. De lo contrario, existe la posibilidad de que el torneo se celebre a 54 años.
Rose está 17 bajo par, 193, con 13 jugadores a cinco tiros de distancia. Tiger Woods es uno de ellos después de fallar solo dos greenes, no firmar bogeys y concluir con una ronda de 66.
