El debut de Neymar en el Mundial de Rusia estuvo lejos de lo esperado. El crack brasileño, que llegó con poco rodaje futbolístico tras una lesión que lo tuvo varios meses parado, estuvo desconectado y no fue determinante en un equipo que lo necesitaba ante una Suiza más complicada de lo previsto. Lo peor: dio varias muestras de dolor, especialmente en el pie operado que le impidió llegar a pleno a la Copa del Mundo.
Ney no aportó el fútbol que Brasil quería y necesitaba. Suiza apuntó al juego fuerte y a la marca férrea y el hombre del Paris Saint Germain lo sufrió durante todo el partido. Fueron pocas las veces que logró sacarse a un hombre de encima y casi no generó situaciones para su equipo.
Pero el dato más preocupante parece estar en la situación de ese pie derecho que le trajo serios problemas. Tres veces, la segunda de ellas con mayor intensidad, golpeó esa zona contra un rival y terminó rengueando. En esa situación generó una gran preocupación para todo Brasil, y si siguió en cancha fue porque aún estando a media máquina es mejor que el promedio de los futbolistas.
Así y todo generó una situación a 15 minutos del final, con un remate a distancia que terminó en las manos de Sommer.
El ex Barcelona se había lesionado en febrero, jugando para el PSG, el quinto metatarsiano de su pie derecho. Sufrió una fisura y debió pasar por el quirófano, lo que le impidió jugar hasta los primeros días de este mes. Su regreso fue en el amistoso con Croacia, en la previa del Mundial, en el que convirtió un gol tras ingresar en el segundo tiempo.
La de este domingo fue la primera prueba de fuego para Neymar y su pie derecho. El resultado, desaprobado. Brasil precisa más de él y de su físico para ser candidato. El próximo viernes, contra Costa Rica, tendrá revancha.
