Por segundo año consecutivo, el ala defensivo de los Dallas Cowboys, David Irving, arrancará la temporada en la lista de jugadores suspendidos.
Irving se perderá los primeros cuatro partidos por violar las políticas de abuso de substancias de la NFL. En el 2017, se perdió los primeros cuatro juegos por violar las políticas de abuso de sustancias.
Sigue siendo una temporada baja tumultuosa para Irving. En abril, una ex novia lo acusó de violencia doméstica y después se retractó. La policía de Frisco, Texas, concluyó una investigación y no presentó cargos, sin embargo, la NFL también está investigando la acusación.
Irving también ganó la custodia de su hija pequeña en los últimos meses.
Irving asistió de manera "esporádica" al programa de temporada baja de los Cowboys, desde las prácticas de los capitanes antes del programa oficial hasta las actividades organizadas por el equipo. Se presentó al minicampamento obligatorio de tres días que concluyó el jueves pero no entrenó. Sólo practicó de manera separada en su acondicionamiento.
"No estuve aquí porque decidí no estar aquí", declaró Irving tras los entrenamientos. "Si hubiese podido venir, lo habría hecho. La razón verdadera no es de la incumbencia del público".
Los Cowboys colocaron la etiqueta de segunda ronda en Irving como agente libre restringido antes que comenzara la temporada baja, por 2.91 millones de dólares.
Como resultado de la suspensión, Irving perderá cerca de 685,000 dólares en salario. La suspensión del año pasado le costó poco más de 150,000 dólares en salario. De acuerdo a los términos de las políticas de abuso de sustancias, Irving podrá participar en el campamento de entrenamiento y los partidos de pretemporada. Una vez que comience la temporada regular, podrá seguir entrenando en The Star pero no participará en reuniones ni prácticas.
Podrá volver el 1° de octubre luego que los Cowboys jueguen contra los Detroit Lions el 30 de septiembre.
Irving terminó en el segundo lugar de los Cowboys la temporada pasada con siete capturas en ocho partidos. Además de la suspensión, se perdió cuatro juegos por una conmoción cerebral.
"Hay más en mi vida que sólo fútbol americano", sentenció Irving. "Soy una persona real. Tengo problemas familiares, muchos problemas con los que he lidiado, no puedo entrar en detalles. Sólo sepan que los dejé atrás. Para cuando comience la temporada, ya no estaré lidiando con nada de esto".
