El estadounidense Webb Simpson cometió algunos errores sin pasar angustias, para conquistar el domingo el torneo Players Championship.
Afianzado en el primer lugar con una ventaja de siete golpes, Simpson nunca tuvo a un rival a menos de cuatro golpes, incluso después de terminar con doble bogey el 18vo hoyo, cuando su única preocupación era cerrar la ronda en el campo de golf TPC Sawgrass. Terminó con global de cuatro bajo par aunque cerró la jornada con uno sobre par, con tarjeta de 73 en su victoria más importante desde que ganó el Abierto de Estados Unidos en 2012 en el Olympic Club.
El estadounidense Tiger Woods tuvo otra gran actuación que animó a la multitud y generó expectativas de un posible triunfo. Sus compatriotas Jason Dufner y Jimmy Walker, así como el neozelandés Danny Lee, también tuvieron un buen desempeño. Sin embargo, no pudieron alcanzar a Simpson en el Players Championship, que se jugó por última vez en mayo.
Su único gran error no tuvo consecuencias. En su avance al 18vo hoyo, el tiro de Simpson fue más allá del green y la pelota dio al agua. Cerró la ronda con doble bogey, pero eso solo redujo la diferencia definitiva.
“Estar en esa posición es mucho más difícil de lo que imaginé”, declaró Simpson. “Es difícil mantenerse motivado para continuar lo que estaba haciendo. Tuve una buena mañana y logré culminarla”.
Al término de la competición, el estadounidense Justin Thomas se convirtió en el golfista número uno del mundo. Concluyó con 66 golpes empatado en undécimo lugar, más que suficiente para desbancar al también estadounidense Dustin Johnson, quien durante 15 meses encabezó la clasificación. Thomas es el 21er jugador que alcanza el primer puesto desde que la clasificación dio inicio en 1986, y el séptimo estadounidense que lo consigue.
