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McLaren releva de su cargo a jefe técnico

El País | 26 Abril 2018 | 13:52
A falta de confirmación oficial por parte del equipo, algo que seguramente tendrá lugar próximamente, todos los indicios apuntan a que Tim Goss, jefe técnico de McLaren, ha sido relevado de su cargo tras las primeras tres carreras de la temporada de Fórmula 1, según adelantaba este mismo jueves la BBC. “La escudería está revisando su operativo técnico en el marco del programa que está llevando a cabo a fin de regresar a la élite. Este proceso es continuo y productivo, y afecta a distintas áreas de la organización”, afirmaba un portavoz de la compañía en declaraciones al mismo medio. “Daremos más detalles en su momento, pero por ahora no haremos más comentarios al respecto”, añadía esta voz autorizada. Goss tiene 55 años, lleva trabajando en la estructura de Woking desde 1990 y actualmente capitaneaba la división técnica de McLaren junto a Peter Prodromou, el jefe de aerodinámica, y Matt Morris, el de ingeniería.
 
La noticia acerca de esta reestructuración llega justamente antes del Gran Premio de Azerbaiyán que se disputa este fin de semana en Bakú, 15 días después de que Éric Boullier, el director de McLaren, diera un toque de atención públicamente al departamento técnico. El ejecutivo francés se mostró decepcionado por el rendimiento que el MCL33 ha exhibido hasta el momento en las tres paradas del calendario que se han celebrado: el mejor resultado hasta el momento es la quinta plaza que Fernando Alonso logró en Australia, la cita inaugural, mientras que en la segunda (Bahréin) y la tercera (China), el asturiano no consiguió ir más allá de la séptima. La victoria que Daniel Ricciardo se adjudicó en Shanghái, con un coche (Red Bull) equipado con el mismo motor (Renault) que los monoplazas del español y Stoffel Vandoorne (terminó el 13º), dejan al aire los costurones del bólido naranja y sus responsables, que ya no pueden culpar al suministrador de motores como ocurrió los tres últimos cursos con Honda.
 
Aunque el salto de calidad del prototipo de 2018 es evidente, también lo es el hecho de que las expectativas creadas por Alonso y compañía antes de arrancar el Mundial excedieron los límites razonables de la realidad de su mecánica. A la espera de que el campeonato llegue a Europa, algo que ocurrirá en dos semanas con motivo del Gran Premio de España, y donde McLaren asegura que desplazará un coche prácticamente nuevo; el de Bakú será otro ejercicio a la defensiva. El circuito dispone de una inacabable recta de más de dos kilómetros, la más larga del certamen, circunstancia que hará que la falta de velocidad punta del monoplaza de Alonso y su vecino de taller les obligue a ser más agresivos en otras zonas más ratoneras, una estrategia que evidentemente conlleva un riesgo mayor en una pista que no perdona el más mínimo error.
 
“Creo que este gran premio será igual de complicado que el de Bahréin. Los últimos años antes teníamos limitaciones en aquello relativo a la potencia, pero parece que aún somos bastante lentos en recta”, razonaba Alonso ya desde el trazado. “Nuestro rendimiento va ser bastante parecido al de las dos últimas citas. No espero que ocurran grandes cosas este fin de semana, a parte del componente impredecible como la aparición de los safety”, zanjó el bicampeón del mundo.
 
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