José Ramírez se impuso el sábado por decisión unánime sobre Amir Imam y consiguió el primer título mundial en su carrera.

El californiano de padres mexicanos dominó durante los últimos episodios a su adversario, quien terminó con una notoria inflamación en el ojo derecho, para apoderarse del cetro superligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que quedó vacante cuando Terrence Crawford ascendió a la división de los welter.

“Hubo un momento en la pelea en el que me pregunté ‘¿qué haces?’”, relató Ramírez. “Fue por eso que agarré mi segundo aire y que di todo en los rounds que eran claves para el campeonato”.

Ramírez, quien representó a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres, se impuso por anotaciones de 120-108, 117-111 y 115-113. Mejoró a un récord de 22-0 con 16 nocauts.

El neoyorquino Imam cayó a una foja de 21-2.

“Debí haberlo castigado más al cuerpo”, lamentó Imam. “Necesitaba hacerlo. Yo simplemente seguí pensando en todas las cosas que debí hacer”.

Ramírez lo presionó de manera incesante y lo castigó con potentes ganchos de izquierda. Las anotaciones de los tres jueces dieron el triunfo a Ramírez en los últimos tres asaltos, luego que Imam había vuelto a la contienda con un buen trabajo en los episodios intermedios.

La pelea número 2.000 por un título del CMB marcó un duelo entre los promotores Bob Arum y Don King, cuyos púgiles no se medían desde el 12 de marzo de 2011, cuando el boricua Miguel Cotto derrotó al nicaragüense Ricardo Mayorga por el cinturón superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo.

King portó un botón gigante con la imagen del presidente Donald Trump sobre su chaqueta vaquera. Pero debió reconocer que su púgil perdió.

“El chico peleó en forma temeraria, peleó como mexicano”, destacó King. “Imam lo hizo fallar mucho, pero no lanzó suficientes golpes”.