En los días previos al encuentro de este jueves entre el Athletic de Bilbao y el Spartak de Moscú las autoridades habían advertido sobre el peligro que podía generar la llegada de más de 2.500 rusos a la ciudad española. No sólo por la violencia que éstos suelen desplegar cuando su equipo juegan en condición de visitante, sino además por el posible cruce con Herri Norte.
Los ultras del conjunto español aguardaron el arribo de los rusos al estadio para emboscarlos con bengalas y fue allí cuando comenzó el terror en las calles cercanas a San Mamés.
Los visitantes se habían reunido en la Plaza Moyua y desde allí caminaron hacia el recinto en donde se disputaría el encuentro. En el camino, protagonizaron algunos incidentes menores, según reportes de usuarios en redes sociales, pero el mayor conflicto inició en el encuentro con Herri Norte.
Un grupo de 500 por bando se tomó a golpes en las calles y la policía tuvo que intervenir. En el medio, quedaron los aficionados pacíficos que solo querían llegar al estadio. "Nos atacan los ultras de Spartak con pelotas de golf piedras y botellas la ambulancia no llega", relató una español en Twitter.
La Ertzaintza, policía autónoma del país vasco, fue la encargada del operativo policial que terminó con varios detenidos, aunque aún no se detalló información de la cantidad.
A pesar de los incidentes, el partido entre el Athletic de Bilbao y el Spartak de Moscú comenzó normalmente. En la ida, los españoles ganaron 3 a 1 y la llave parece liquidada.
