Cuatro empates seguidos, ocho jornadas sin ganar y sin rastro de aquel equipo que llegó a liderar la Serie A a comienzos de diciembre. El Inter necesitaba ganar y lo logró. No obstante, los hombres de Spalletti tuvieron que remar con ahínco para conseguir sus primeros tres puntos del año. Karamoh, en su primera titularidad con los 'neroazzuros', dio la victoria a su equipo en su primera gran exhibición en el Giuseppe Meazza.
Apenas habían transcurrido dos minutos cuando las buenas noticias arribaron en el Giusseppe Meazza. Eder culminó una gran jugada de Brozovic que llegó desde la segunda línea, pisó área rival para ceder atrás para que el ariete italobrasileño anotase su tercer gol en lo que va de temporada. Un rayo de luz que ilusionó a una hinchada muy necesitada de victorias tras dos meses de una crisis interminable.
No obstante, el Inter no pudo ampliar su ventaja en el marcador porque apenas pudo poner en aprietos a Mirante. Spalletti optó por un 1-4-3-3 para tratar de dotar de mayor verticalidad al equipo, pero el cuadro local volvió a evidenciar problemas muy grotescos en la creación de fútbol. Con el paso de los minutos, los pupilos de Donadoni comenzaron a mandar en el verde y con un patrón de juego muy claro llegaron con asiduidad al área 'neroazzurra'.
El premio a la insistencia llegó en el 25 del primer acto. Rodrigo Palacio aprovechó una pifia de Miranda en un despeje a pocos metros de su área para plantarse ante Handanovic y fusilar al arquero serbio con un derechazo inapelable. 'Neroazzurro' durante cinco años, el argentino empató el duelo, aunque no celebró el tanto por respeto a la que fue su afición durante gran parte de su carrera.
Sin alma. Los hombres de Spalletti no transmitieron sensaciones positivas en la primera mitad en donde les costó una barbaridad superar las líneas visitantes y crear peligro. La insistencia de los envíos laterales cansó a los hinchas que despidieron a su equipo con una sonora pitada cuando el colegiado decretó el final de la primera mitad.
Spalletti decidió retirar a Miranda en el descanso para dar entrada a Lisandro López. El exjugador del Benfica debutó con el Inter en un contexto de urgencias para los 'neroazzurros'. El guión del primer acto estuvo a punto de repetirse en la segunda mitad. Justo después de que el árbitro decretase el inicio del juego, el Inter estuvo a punto de volver a adelantarse aunque ni DAmbrosio ni Skriniar acertaron a batir a Mercader en una rocambolesca jugada en el área visitante.
Poco a poco el Inter asumió el mando del juego y comenzó a llegar con mayor asiduidad a la portería rival. Rafinha saltó al campo justo antes de que se cumpliera la hora de encuentro para romper el partido. El exjugador del Barça participó en el segundo tanto local y poco después forzó la expulsión de Mbayé. Karamoh, uno de los más destacados del Inter en el primer acto, culminó su primera titularidad en Serie A con una jugada individual brillante en la que se sacó un zurdazo desde fuera del área para batir a Mercader y anotar su primer gol con la casaca 'neroazzura'.
La joya francesa de origen costamarfileño sentó a Candreva, volvió loca a la zaga visitante durante todo el partido, adelantó a su equipo en la segunda mitad y fue sustituido bajo una ovación espectacular del Meazza. Tras la segunda diana del Inter, el público cambió los pitos por aplausos y las aguas se calmaron.
Desde la salida de Rafinha, las sensaciones fueron totalmente distintas. Un Inter equilibrado, con empaque en defensa e intención en ataque capaz de circular el balón con velocidad y precisión. Los locales buscaron el tercer tanto que pusiera la tranquilidad, pero no consiguieron transformar su buen juego en ocasiones claras de gol. Cuando el encuentro estaba a punto de morir, el VAR puso en vilo al Meazza ya que el árbitro decidió consultar una mano muy dudosa en el filo del área. Al final, el conjunto local se salvó y no se decretó nada.
Palacio estuvo a punto de poner el empate, pero Handanovic negó el gol al delantero argentino. Los locales fueron incapaces de controlar el final del encuentro a pesar de contar un un jugador más y sufrieron lo indecible para cerrar el encuentro. No obstante, los pupilos de Spalletti lograron tres puntos con los que recuperaron la tercera plaza tras la derrota del Lazio ante el Nápoles.
