Una nueva derrota es la que tuvo el Atlético de San Luis ahora ante Cimarrones de Sonora por 3 a 1 en su casa y frente a su afición, misma que no se guardo nada y pidio la salida de Molina.
Era minuto 13, y Atlético de San Luis tuvo la primera de peligro en una buena descolgada por derecha, que Arturo Alvarado prendió con un buen disparo, pero el meta reaccionó y envío a córner.
La afición potosina gritó el gol al 21 gracias a uno de los más constantes en lo que va del torneo, Juan David Castro, luego de un centro de Arturo Alvarado; el casaca dos alcanzó a dominar de pierna zurda para poner el 1 a 0.
La presión siguió por parte de los locales, ahora con Jonathan Dos Santos que se colocó bien dentro del área para acomodar un buen disparo, pero lamentablemente para su causa fue a las manos del arquero sonorense. Acto seguido Matías Catalán sería expulsado luego de una absurda falta en tres cuartos de cancha, para dejar con uno menos al Atlético.
Para el segundo tiempo el estratega español de Atlético de San Luis, Francisco Molina, sorprendió con la salida del que se había mostrado bien en el primer tiempo, Arturo Alvarado por el chileno Hernández que no había visto actividad en el torneo.
Una vez puesta en marcha la complementaria, al 50, Espericueta estuvo cerca de incrementar la ventaja y es que el ex Tigres se animó a pegarle desde tres cuartos de cancha, y su intento se fue a estellar en el poste derecho en lo que fue una gran llegada.
La pesadilla comenzó desde el minuto 60 tras un grave error del español Álvarez, para que Oropeza de Cimarrones en la primera llegada de la visita en todo el partido, no tuviera piedad y empatar a uno.
Tan solo tres minutos después, Villa leería una seria desatención de la zaga potosina para aumentar la ventaja a 2 a 1; la afición no perdonaría y de inmediato gritaria !Fuera Molina!
Al 80, San Luis tuvo el empate tras una peligrosa diagonal que tristemente Ibáñez no conectó, por lo que poco más de 4500 aficionados en el Lastras, recriminaron de inmediato con abucheos mismos que incrementaron luego con los cambios realizados por Molina, que a criterio de la afición llegaron muy tarde.
Ya sobre el final, Olivera tuvo para el dos a dos pero el arquero Gabino Espinosa se quedó acostado aparentemente dolido tras un golpe, por lo que lo único que ocasionó fue incrementar la molestia de los seguidores potosinos.
Al final, Atlético dejó escapar una posibilidad de victoria ante un rival que propuso muy poco, y lo peor, es que ya en el agregado se marcó un penal que cometió Sissoko. Al cobro vendría Villa para matar por completo las esperanzas del posible empate, el 3 a 1 marcó el ambiente que terminó por demás caldeado y en contra del equipo.